Al lado de los cadáveres fueron dejados dos mensajes firmados por el cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los más violentos del país y que se disputa con Los Zetas y el cartel del Golfo el control de la región para el trasiego de drogas, la extorsión y el secuestro.
El domingo recién pasado un grupo de sicarios atacó un centro nocturno de Xalapa, capital de Veracruz, y causó la muerte de cinco personas y lesiones a 13 más.
Ese mismo día, en el municipio de Orizaba, dos bandas rivales del narcotráfico se enfrentaron entre sí y, posteriormente, contra la Fuerza Civil. Los hechos ocurrieron en el “Bar Bulldog” de la ciudad.
Elementos de la Fuerza Civil llegaron al lugar, pero cuando lo hicieron continuaba el enfrentamiento y los agentes lograron observar cómo grupos de sicarios huían con sus heridos en camionetas blindadas.
Los agentes intentaron ingresar al bar, pero fueron recibidos a tiros, lo que provocó que el enfrentamiento se prolongara en la zona, ante el temor de los habitantes.
Los primeros informes señalan que al menos hay un persona muerta tras el tiroteo de alrededor de una hora, el presunto líder de plaza de un grupo criminal.
En Veracruz operan diversos grupos criminales, principalmente los Zetas, el cartel del Golfo y el cartel Jalisco Nueva Generación, que se disputaban la región para el trasiego de drogas, la extorsión y el secuestro.