PLUMA INVITADA
Carencias en la zona de Adyacencia
Los últimos acontecimientos en la Zona de Adyacencia con Belice son parte de un inventario de abusos, injusticias, capturas y crímenes en un territorio lleno de miseria, exclusión y abandono histórico por parte del Estado de Guatemala.
La diplomacia espuria, el falso patriotismo y los políticos oportunistas disfrazados de héroes no deben tener cabida en estas comunidades que diariamente luchan contra la pobreza, y esperan la asistencia social y productiva del Gobierno de Guatemala, que nunca ha llegado a ese territorio. Se trata de un pedazo de tierra que hay que conocer para poder defenderlo y ayudar a resolver su problemática.
Las muertes y capturas de campesinos a manos del Ejército de Belice son consecuencia de que los guatemaltecos tengan que ingresar de forma ilegal a ese país para extraer recursos naturales y aliviar su hambre. En algunos casos son contratados por estructuras criminales que los utilizan como “carne de cañón” para apoderarse y traficar con la vida silvestre, xate y oro en territorio beliceño. Es una alianza perversa entre pobreza y crimen.
La Asociación Balam, juntamente con la Mesa Intersectorial de Tierra y Ambiente (Mita) del sur de Petén, la Mancomunidad de Municipios y organizaciones como Coacap, WCS, Foro de Justicia, FCD, el Maga en Petén y otros actores decidimos en el 2012 ayudar a resolver esa problemática. El acompañamiento del Ministerio de Relaciones Exteriores ha sido ejemplar en la defensa de los intereses de nuestro país. En el 2014, Guatemala y Belice firmaron 13 acuerdos de colaboración enfocados a atender temas de protección ambiental, educación, turismo, comercio, seguridad, aplicación de la ley e interconexión eléctrica, entre otros. En el 2015 se ratifican estos acuerdos y son una luz en el túnel para resolver los principales problemas en esa zona. Estos acuerdos deben ser implementados.
Con el apoyo de cooperantes como el Usdoi, USFWS de los EE. UU., FAO y el IWT-DFID, del Reino Unido, se ha creado un fondo semilla para implementar sistemas agroforestales, proyectos productivos (xate, cardamomo, cacao e izote pony) en las comunidades más vulnerables y así evitar que los campesinos entren en territorio beliceño y sean capturados. Estamos impulsando un fondo de becas rurales para jóvenes, apoyamos la educación, nutrición y salud. Pero solos no podemos. Hemos propuesto al presidente de Guatemala integrar un gabinete específico para que atienda los problemas del área mediante el trabajo participativo con alcaldes y la sociedad civil. Debemos hacer sonar los “tambores de guerra” contra la pobreza, injusticia, el hambre, la degradación ambiental y el abandono de las 53 comunidades ubicadas en esa zona. Invitamos al Gobierno de Guatemala a que se una a esta tarea a través de la promoción y la lucha por la paz y por la vida. Al final, ¡juntos es mejor!
*Director ejecutivo, Asociación Balam