Gilberto Pérez, piloto de taxi, dijo que el material que lanza ese coloso afecta no solo la vista de los pobladores, sino las vías respiratorias, principalmente en niños y personas de la tercera edad.
“Tememos que en los próximos días las explosiones sean más fuerte y que dañen los cultivos”, agregó Pérez.
Hamilton Pérez, motorista, comentó que cuando va en carretera le cuesta ver, y a los pilotos de vehículos la ceniza les opaca los vidrios.
Eddy Maldonado, de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred) en Quetzaltenango, dijo que años atrás las explosiones del volcán eran de 10 a 20 diarias, sin embargo, ahora solo se registra una al día, lo que genera acumulación de material.
“Debido a la acumulación de material, las explosiones son más fuertes y la ceniza que expulsa alcanza varios kilómetros de distancia y por el viento llega a otros municipios”, añadió Maldonado.
Indicó que por la lluvia las explosiones no son visibles, pero cuando la ceniza se junta con nubes de lluvia causa que caiga en forma de lodo.
Precaución
Fridel López, de Cruz Roja Guatemalteca delegación Coatepeque, dijo que es necesario que la población tome sus precauciones para prevenir enfermedades respiratorias.
“Añadió que la caída de ceniza es frecuente en esta zona, pero que están siempre en alerta ante cualquier emergencia que pueda registrarse ante una explosión grande”, dijo.
