A finales del año pasado, el vicepresidente de la empresa, Matt Brittin, compareció ante ese comité e insistió en que Google cumple con le legislación británica en materia fiscal y que paga todos los impuestos que le son requeridos en este país.
En esa oportunidad, el comité criticó a Google por minimizar el pago de impuestos en el Reino Unido al desviar sus ganancias a través de oficinas en otros países donde gozan de mejor trato fiscal.
En el informe publicado hoy, la presidenta del comité, Margaret Hodge, ha calificado de “descarados” los argumentos Google y ha considerado que, para recuperar su reputación, la empresa de internet debería pagar lo que le corresponde en los países donde obtiene los mayores beneficios.
Al mismo tiempo, los diputados también critican a las autoridades fiscales al calificar de “increíble” que la Hacienda británica, conocida en sus siglas en inglés como HMRC, no se plantara ante los argumentos presentados por Google.
El comité pide especialmente al Gobierno que dé prioridad a la evasión fiscal en la cumbre que el Grupo de los Ocho (G8, los siete países más ricos y Rusia) celebrará la próxima semana en Irlanda del Norte.
Google generó unos 11,500 millones de libras (13,570 millones de euros) en ingresos en el Reino Unido entre los años 2006 y 2011, pero apenas pagó 10 millones de libras (11 millones de euros) en impuestos de sociedades, según el informe del comité.
El primer ministro británico y presidente de turno del G8, David Cameron, afirmó ayer que promoverá en la cumbre de este grupo que se celebrará la próxima semana nuevos acuerdos para potenciar la transparencia fiscal a nivel internacional.
Meses después de que el citado comité interrogara a directivos de multinacionales como Starbucks, Google y Amazon por sus dudosas prácticas fiscales, Cameron dijo que quiere que el debate sobre la fiscalidad internacional tenga relevancia en la agenda del G8.
“Necesitamos establecer más reglas y compartir más información para que todos podamos salir beneficiados” , apuntó en un encuentro con la prensa extranjera. EFE