El documento de este año destaca el aumento de la represión global de la sociedad civil e incluye a Nicaragua entre los países que “usan pesados procedimientos administrativos y burocráticos como medios para restringir la libertad de asociación y reprimir a la sociedad civil”.
El informe, que sirve como guía al Congreso estadounidense a la hora de decidir la ayuda exterior para cada país, examina el comportamiento de los Gobiernos de todo el mundo -menos el de EE.UU.- respecto a los derechos humanos.
La información detalla que las principales violaciones de derechos humanos en Guatemala fueron la corrupción “generalizada”, sobre todo en la Policía y los sectores judiciales, así como la implicación del Ejército y la Policía en “delitos graves” como secuestros, tráfico de drogas y de personas, extorsión y asesinatos, especialmente de mujeres.
Según el informe, el Gobierno guatemalteco cooperó con la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y dio “pasos significativos” para procesar a los funcionarios que cometieron abusos, pero aun así “la corrupción e investigaciones inadecuadas” complican la persecución de crímenes.
Otros países
Entre los problemas de derechos humanos “más graves” en El Salvador, figuran la “corrupción generalizada” y la debilidad de la Justicia y de las fuerzas de seguridad, lo que contribuyó a un “elevado nivel de impunidad”.
En Honduras indica que los colectivos que sufren más amenazas son los defensores de los derechos humanos, periodistas y autoridades judiciales, así como los indígenas -que se ven forzados a abandonar sus tierras-, y las mujeres y niños, que son víctimas de explotación laboral y sexual, violencia y asesinatos.
Estados Unidos denuncia que “los principales abusos de los derechos humanos” en Nicaragua fueron la restricción del derecho al voto, de la libertad de expresión, de prensa y de asociación, con “intimidaciones” y “acoso” a las ONG nacionales y periodistas, así como la “restricción del acceso a información pública”.