Economía

Gastronomía guatemalteca con Las Cabrera 

El gusto por la cocina llevó a las mujeres de la familia Cabrera, madre e hija, a crear su propio negocio de gastronomía nacional.

Álvaro Interiano

Álvaro Interiano

Ambas confiesan que una de sus pasiones es cocinar, pero más que eso poner en el paladar de los guatemaltecos el sazón de la comida tradicional guatemalteca.

Con ese objetivo, Ana María Cabrera Hidalgo de Evans y su hija, María Isabel Evans Cabrera de Huertas, decidieron fundar “Las Cabrera, comida guatemalteca”.

Tanto Ana María como María Isabel cuentan que fusionan las recetas de las abuelitas, el conocimiento y gusto por la cocina tradicional, con la modernidad.

Menú de antaño oferta variada

Empezaron haciendo fiambre para la familia y amigos, luego decidieron ampliar su idea y abrir un pequeño local.

La visión de los clientes es que si es comida nacional debe ser barata, pero aquí se usan ingredientes de alta calidad y cuidado en la preparación de las recetas de los antepasados.

a Q120 puede costar la porción de subanik (según si es con una carne o con tres). Los chiles rellenos y los molletes cuestan Q12; los chuchitos y rellenitos, Q10; los tamales, paches y plátanos en mole, Q15 cada porción, y los tacos, Q20. Entre los platos fuertes están pepián, pavo, pollo, lengua y diferentes guisados.

También hacen comida internacional y se acomodan al menú que pida el cliente.


“Yo guardo todas las tradiciones, con las comidas tradicionales de Semana Santa, Navidad y fiambre”, dice Ana María, principio que se refleja en el menú que ofrece en su negocio.

La emprendedora cuenta que una de las bases de su negocio es rescatar las recetas y la forma de prepararlas, ya que estas se han perdido y eso ha hecho que las nuevas generaciones desconozcan la riqueza de nuestra grastronomía nacional.

Ella refiere que es por eso que respetan los ingredientes y procedimientos de preparación.
“El sabor es el secreto del éxito de las comidas, pero la presentación también es parte de la aceptación y de ese éxito”, agrega.

La idea empezó hace dos años y luego de varios intentos por encontrar un lugar adecuado para instalar su negocio, hace un año empezaron a operar en la zona 10.

La idea original fue instalar un negocio de comida para llevar; sin embargo, ante la demanda de los clientes, instalaron mesas en el lugar.

Ana María y María Isabel también atienden pedidos para grupos de más de 10 personas en adelante, además de eventos como reuniones sociales, cumpleaños, piñatas, colegios, Navidad y bodas, para los cuales subcontratan el servicio de meseros.

Además, dos miembros más de la familia se han sumado al emprendimiento.

Ana María Cabrera, hermana de María Isabel, se dedica a hacer los postres, y Ana Luisa Cabrera es quien se dedica a promocionar el emprendimiento en las redes sociales.

La emprendedora recuerda que se graduó de bachiller y se casó muy joven, por lo que no pudo seguir estudiando; luego lo intentó y logró cerrar el quinto semestre, pero se dio cuenta que sus hijas necesitaban más atención y se retiró de los estudios.

El consejo que brindan a los nuevos emprendedores es que planifiquen, ahorren, tengan esperanza y confianza en su emprendimiento.

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.