Escenario

Hijo de Don Ramón defiende legado de su padre y responde a Doña Florinda 

Luego que Florinda Meza asegurara que Ramón Valdés había tenido problema de drogas, un hijo del actor  salió a limpiar la memoria de su padre y aseguró que ella mintió. 

Hace unos días, la actriz mexicana que interpretó a Doña Florinda en El Chavo del 8, Florinda Meza, mencionó a un medio brasileño que Ramón Valdés -Don Ramón en el programa- era drogadicto, su declaración causó polémica.

Luego de su confesión, Meza se disculpó por revelar, según ella, información que no le correspondía, y mencionó que su intención no era perjudicar la imagen del actor.  Sin embargo, el daño estaba hecho.

Ahora, Esteban Valdés, uno de los hijos del famoso comediante, salió en defensa de su padre y en entrevista a un programa mexicano desmintió los comentarios de la viuda de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.

“Somos 10 hijos (de Ramón Valdés) y la manera de resumir nuestro sentimiento es que fue injusto. No sé si comparar las cachetadas con lo que expresó sin pensar. Mi papá ya no está para defenderse, es injusto lo que dijo. Sí, causó daño; sin embargo, no queremos estar en un tipo de polémica y ella sabe el error que cometió. Los fans ya expresaron más de lo que sentimos, es la decisión de la gente que quería a mi papá”, indicó Valdés.

Acerca de las disculpas que Meza ofreció en Twitter a la familia refirió: “Ella se dio cuenta de su error. Se agradecen las disculpas, pero habría que ver si está dispuesta a retractarse. Sí, fue algo que nos dañó porque la gente tiene una imagen de mi papá…  cualquiera tiene defectos pero usar la venta de cosas (es injusto) y más en un país como Brasil que es un lugar donde todavía se transmite el programa y donde los niños lo ven”.

Valdés aseguró que junto a sus hermanos nunca supo que su padre usara alguna sustancia. “Decir que ‘era adicto a las drogas’ es algo muy fuerte”, señaló.

El hijo del actor también habló de las causas de la muerte del famoso comediante. “Se le diagnosticó cáncer en el estómago y le daban un año de vida, pero él siguió tres años y medio más. Le gustaba tomarse sus copas, pero tenía que evitarlas”, concluyó.

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