IDEAS
¿Justicia o disuasión?
La discusión sobre la pena de muerte se ha incrementado conforme pasa el tiempo y cada quien va tomando una posición al respecto. Uno de los temas de discusión principal ha sido si es un disuasivo para quienes cometen crímenes o no. Yo creo que la discusión se debería centrar sobre el tema de si hace justicia o no; sin embargo, es importante que se debatan abiertamente todos los puntos de vista para que cada quien pueda exponer sus puntos y, al final, cada uno pueda tomar una decisión informada.
¿Es disuasiva la pena de muerte? Creo que no se puede dar una respuesta categórica. Dependiendo a quién le pregunte, algunos le presentarán estudios que indican que sí puede ser un disuasivo y otros le presentarán estudios que indiquen todo lo contrario. ¿Cuál estudio es verídico? Tampoco creo que se pueda dar una respuesta categórica al respecto, ya que puede haber una infinidad de factores que incidan en los resultados de los mismos, así como factores que son imposibles de medir, como, por ejemplo, podemos medir los crímenes que se cometen pero no los que se dejaron de cometer. Así como no podemos saber lo que pasa por la mente de las personas cuando toman decisiones cruciales en su vida, como la comisión de un delito.
Pese a esas incógnitas, yo me atrevo a decir que en muchas personas la posibilidad de ser condenado a la pena de muerte sí puede ser un factor disuasivo, mientras que para algunas otras personas no lo será.
Pongo un par de ejemplos para ilustrar esta aseveración. Un guatemalteco que en su país se orina en la calle, cruza la calle por donde bien le parece, maneja ebrio y comete muchísimas otras “faltas”, resulta que cuando se va a Estados Unidos se comporta de una manera completamente distinta. No orina en la calle, cruza la calle por la esquina y espera que así se lo indique el semáforo, no se atreve a cometer la más mínima falta del reglamento de tránsito y jamás en la vida se le ocurriría manejar en estado de ebriedad. ¿Qué cambió? Es exactamente la misma persona, pero sabe que allá hay más posibilidades de ser atrapado y pagar la pena correspondiente a la falta cometida.
Hay certeza de castigo y las penas se cumplen. Y eso lo disuade a comportarse mejor que en su país. Pero siempre habrá algunos que ni siquiera eso los disuada y cometerán faltas y hasta crímenes allá también.
El otro ejemplo es el actuar de los mafiosos dentro de las organizaciones criminales. ¿Qué mantiene la cohesión y el respeto por la jerarquía? La amenaza del castigo —que casi siempre es la muerte— en caso de sublevarse o ser infiel a sus líderes. ¿Disuade a los criminales esa amenaza? A la mayoría sí, a algunos no.
Si no me cree, vea el ejemplo de lo que sucedió esta semana en Guatemala. Los de la mara “barrio 18” asesinaron a varios de sus miembros a quienes acusaron de ser los autores intelectuales y materiales del bombazo en un bus. Incluso hasta grabaron un video en el que varios de sus miembros, desde la prisión, informan que los mataron porque pusieron la bomba sin autorización de la pandilla.
Hasta dijeron que les dolía matar a un compañero, pero ni modo, ellos tienen sus reglas y se deben respetar, y al violarlas ellos pusieron en peligro la vida de todos los compañeros. Pues bien, la amenaza del castigo disuade a algunos de los miembros de la banda a no salirse del guacal, pero no a todos.
Aun así, yo considero que la pena de muerte se debe aplicar por justicia, porque es lo que merecen personas como las que entraron a matar a sangre fría a un niño de 4 años a su casa o a un profesor cuando daba clases frente a una veintena de alumnos, indistintamente de si tiene o no un efecto disuasivo sobre los demás criminales.
¿Usted qué opina?