Algunos de los organizadores dijeron: “Sabemos que las autoridades no permiten los bautizos, y por eso lo que hicimos fue una bienvenida voluntaria, cuya diferencia es que en esta no se obligó a ningún estudiante”.
Agregaron que de los 800 estudiantes de primer ingreso solo 40 participaron en el rally, el cual consistió en tomar un licuado de cebolla y ajo, correr en una de las canchas, enlodarse en una zanja improvisada y luego limpiarse con agua.
“Accedimos porque es una tradición, y es un bonito recuerdo”, comentó Rodrigo Alonzo, estudiante de primer año, quien agregó que como parte de las actividades de bienvenida donaron insumos para el Hospital Regional de Occidente.
Uno de los encapuchados manifestpo que también están planificando una actividad académica.
“No quise participar en esa actividad, pues considero que ese tiempo se pudo haber aprovechado en recibir clases”, dijo un estudiante.
Se intentó obtener la versión de María Paz, directora del Cunoc, pero no respondió las llamadas telefónicas.