El Siepac, lanzado en el 2010, consiste en una línea de transmisión eléctrica de 1 mil 790 kilómetros de longitud, de 230 kilovatios y 28 bahías de acceso en 15 subestaciones, en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
El proyecto tiene “dos brazos”, uno (el 50%) que está listo, pero subutilizado, y otro (el restante 50%) no avanza porque su instalación ni siquiera se ha iniciado, dijo Arce.
En el 2015, el Siepac no mostró ningún avance, y ya estuvo congelado en el 2013, según el portal oficial del Proyecto Mesoamérica, que marca el progreso del plan.
El gerente de Regulación y Desarrollo de Poliwatt Guatemala, Germán Obiols, secundó las palabras del funcionario nicaragüense.
“Arce dijo algo tan grande como una carga igualmente incómoda, que hemos invertido cientos millones de dólares en el Siepac que no utilizamos, y eso es cierto”, sostuvo.
Las causa de esta subutilización es esencialmente que el proyecto fue diseñado pensando en los mercados como países y no como compañías, la toma de decisiones con base en consideraciones políticas más que técnicas y predominio de la burocracia política sobre la tecnocracia regional, según el empresario guatemalteco.
Centroamérica pretende que el Siepac reduzca los costos de la energía, mejore la confiabilidad del suministro, permita implementar economías a escala, aumente la competencia de los mercados y atraiga inversión extranjera.