Los teléfonos de usos múltiples, las tabletas y otros aparatosde alta tecnología a los que nos hemos acostumbrado son innovaciones menores comparadas con las que hubo entre 1870 y 1970, afirma Gordon en “The Rise and Fall of American Growth”.
Durante ese período, los niveles de vida subieron constantemente, gracias a innovaciones históricas como la luz eléctrica, la plomería interior, el automóvil, la radio, le teléfono y los viajes en avión.
Esas innovaciones facilitaron aumentos de sueldos y crecimiento económico, fomentando la productividad.
Cuando la productividad (capacidad de producción por hora) sube, el trabajo es más eficiente y los patrones pueden paga sueldos más altos sin tener que aumentar los precios al consumidor.
En las últimas décadas, sin embargo, los sueldos, el crecimiento y la productividad se estancaron en Estados Unidos.
Esa es una de las razones por la que el electorado se muestra tan entusiasmado con aspirantes a la presidencia contestatarios como Donald Trump y Bernie Sanders.
Gordon cree que cualquier beneficio derivado de las innovaciones del futuro servirá solo para contrarrestar otros factores, como el envejecimiento de la población y la creciente desigualdad de ingresos, y que lo máximo que se conseguirá será un nivel de sueldos digno de alguien que acaba de terminar sus estudios.
Una de las soluciones para mejorar las cosas sería fomentar la inmigración, según Gordon.
A continuación les presentamos una entrevista telefónica con el autor:
Cuesta pronosticar los progresos tecnológicos. ¿Por qué está tan convencido de que las futuras innovaciones transformadoras no arrojarán grandes beneficios en un futuro cercano?
La vida humana involucra distintas dimensiones y hemos alcanzado los límites en muchas necesidades básicas, como la alimentación y la ropa.
También llegamos al límite en la velocidad del transporte. Ya no se maneja más rápido. De hecho, manejamos más lentamente que hace 50 años. Y en el aire tampoco somos más rápidos que hace medio siglo.
Cuando pagas en el supermercado, tienes unos códigos en barra y te autorizan el cobro inmediatamente. Si necesitas dinero en efectivo, acudes a un cajero automático.
Muchas de estas cosas han sido revolucionarias, pero existen desde hace una década. Por eso pienso que la productividad va a mermar.
Tenemos una cantidad limitada de dimensiones humanas y da la impresión de que ya alcanzamos el límite en el plano de las innovaciones.
Usted pronostica que el crecimiento económico, que registró un promedio del 3% anual en la mayor parte de la postguerra, hasta la recesión, será la mitad de eso en los próximos 25 años. ¿Se podrán adaptar los estadounidenses?
Ya lo están haciendo. Una cantidad sin precedentes de gente joven está viviendo con sus padres. Se casan a una edad más avanzada. Esperan para tener sus propios hogares.
Todos estos son síntomas de que por primera vez una generación de jóvenes no tendrá un nivel de vida superior al de sus padres.
Su libro documenta lo mucho que las innovaciones mejoraron los niveles de vida. Refleja que los estadounidenses son gente innovadora. ¿Eso no permite albergar esperanzas de que esa tendencia se mantendrá?
Lo que ocurre es que en 1870 había más oportunidades de inventar cosas. Teníamos el telégrafo y se enfocaron en tratar de incorporar la voz humana a la línea telegráfica. Poco después, Alexander Graham Bell se le adelantó por poco a un competidor llamado Elisha Grey e inventó el esperado teléfono.
La invención de los motores de combustión interna despejó el camino para cumplir el sueño de volar, porque a diferencia del motor a vapor, eran lo suficientemente livianos como para impulsar un par de alas con una velocidad suficiente como para despegar.
Al poco tiempo había nacido la industria aeronáutica. Los motores de combustión interna permitieron una cantidad de industrias nuevas. Viajes, moteles, supermercados, tiendas en gran escala en lugar de comercios pequeños en los que había que comprar todos los días.
Muchas de las oportunidades de la tercera revolución industrial, que es la de las computadoras y la digitalización, ya comenzaron a aflorar en las décadas de 1970 y 1980. Hicimos grandes progresos pasando del papel y los archivos a las procsadoras de palabras y los motores de búsqueda.
Pero la falta de progresos (desde entonces) es palpable. Adondequiera que voy, veo tecnología que hace exactamente lo mismo que hace diez años. Recepcionistas sentadas frente a una pantalla, arreglando citas.
Como dice en su libro, muchas de las invenciones de 1870 a 1970 necesitaron medio siglo para hacer realidad todo su potencial. El iPhone fue lanzado en el 2007. ¿No es demasiado pronto para decir que los teléfonos de usos múltiples no han sido transformadores?
Considero que esos teléfonos han agotado todo su potencial muy rápido. Todavía estamos en los albores de los sistemas de pago a través del teléfono.
Dentro de diez años nos maravillaremos de que a esta altura teníamos que apelar a tarjetas de crédito.
Pero tenga en cuenta que en la década que ha pasado desde que surgieron los teléfonos de usos múltiples y todas sus aplicaciones, la productividad no ha subido. Hay mucha gente que piensa que no tomamos en cuenta los beneficios de los teléfonos al medir la productividad y el PIB. Pero siempre hemos ignorado los beneficios de las nuevas invenciones.
En todo caso, las innovaciones del pasado fueron mucho más transformadoras en todos los aspectos de la vida humana.
¿Qué innovaciones ve en el horizonte?, ¿Los autos que se manejan solos no pueden tener un potencial transformador importante?
Tenemos 200 millones de autos que requieren conductores. Reemplazar 200 millones de conductores va a tomar mucho tiempo.
La mayoría de los conductores de camiones hacen dos trabajos. No solo conducen el vehículo hasta su destino, sino que lo cargan y lo descargan. Esas cosas seguirán siendo hechas por humanos, por más que el camión se maneje solo. Además, los autos sin chofer no funcionan tan bien en la nieva y la lluvia. Y tampoco de noche, en carreteras rurales sin señalizaciones claras que pueden detectar los sensores.
Pero uno podría haber dicho lo mismo de los automóviles cuando fueron inventados: no tenían techo, había que usar cambios manuales. O sea, las invenciones previas también necesitaron tiempo para desarrollar todo su potencial…
En el libro me cuido de no pronosticar nada más allá de los próximos 25 años. Y creo que va a tomar bastante más de 25 años llegar a una total transformación de nuestra flota de cientos de millones de vehículos, hasta tener otra con autos que se manejan solos.
Mucha gente cree que los sueldos subirán si restringimos la inmigración. ¿Usted opina lo mismo?
No. Lo bueno de la inmigración es que es el antídoto más fuerte contra el envejecimiento de nuestra población. Los inmigrantes son gente joven y serán la fuente que necesitamos para financiar los planes jubilatorios y los programas de salud. Cuanta más inmigración, mejor.
Recuerden que entre la Guerra Civil (1861 al 1865) hasta la Primera Guerra Mundial no había pasaportes. Cualquiera podía venir a Estados Unidos si pasaba un examen de salud básico.
Unos 30 millones de personas se incorporaron a una población que en 1870 era de unos 40 millones. Casi duplicamos la población en 30 o 40 años. Y no hubo desempleo masivo.
¿Cómo cree que se manejará la economía en los próximos años?
Va a ser mejor que la de los últimos cinco años, solo porque la tasa de desempleo va a llegar a niveles históricamente bajos.
Va a ser más fácil cambiar de trabajo, mejorar la situación de uno, dejar un empleo si no está contento. Va a haber presiones para que suban los sueldos y se va a mejorar un poco el estancamiento de los salarios.