“No hay ninguna posibilidad de impacto en los próximos cien años. Estamos totalmente a salvo”, afirmó con tono tranquilizador el doctor Chodas, una autoridad en dinámicas de asteroides, que desarrolla sus investigaciones desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California.
El TX68 puso en alerta a la comunidad científica no por su tamaño relativamente pequeño -30 metros de diámetro- sino por la posibilidad de que colisionara contra la Tierra en un futuro tan próximo como el 28 de septiembre del 2017, según los cálculos iniciales.
Ahora, a la luz de “nuevas matemáticas”, como explica Chodas, se descarta la colisión pero aún así, la esperada observación de la roca espacial se considera de alto interés por la cercanía de la Tierra a la que pasará.
El TX68 puede acercarse tanto como 20 mil kilómetros de la Tierra, es decir, llegar aproximadamente unas “diez veces más cerca que la Luna” y “más cerca que muchos de los satélites de comunicación que lanza la Nasa” , pero no los interceptará, ya que éstos se encuentran a la altura del Ecuador y el asteroide pasa por el Polo Norte.
El TX68 puede acercarse tanto como 20 mil kilómetros de la Tierra, es decir, llegar aproximadamente unas “diez veces más cerca que la Luna” y “más cerca que muchos de los satélites de comunicación que lanza la Nasa” , pero no los interceptará, ya que éstos se encuentran a la altura del Ecuador y el asteroide pasa por el Polo Norte.
Como muy lejos, el TX68 se quedará a 10 millones de kilómetros del Planeta Azul, de acuerdo con Chodas.
“Esto será lo más cerca de la Tierra que pase este asteroide en los próximos cien años.
Lo que ocurra después no lo podemos decir seguro, porque los cálculos matemáticos solo llegan a previsiones de cien años”, bromeó.
El descarte categórico de Chodas es posible hoy, solo después de “dibujar la órbita con suficiente precisión”, algo que no se pudo aclarar antes.
La órbita se pudo dibujar a partir de nuevos cálculos gravitatorios de acuerdo con los datos registrados durante 10 días del 2014, en los que se consiguió monitorear -no observar- el asteroide.
El “TX68” se avistó por primera vez en octubre del 2013 pero “los cálculos de entonces nos dijeron que se iba a acercar mucho y como no lo hemos visto en mucho tiempo, había incertidumbres en las predicciones”.
Luego de meses oculto, el “TX68” vuelve a marcar hoy la agenda del Laboratorio de Propulsión Jet, que podrá ver pasar a la pequeña roca el día 8, solo al alcance de telescopios profesionales.
La noticia del “no impacto” es tranquilizadora pero “no es todo un hallazgo”, ironizó Chodas, que se lo toma como “una oportunidad educacional” de la que aprender.
“Cientos de miles de asteroides siguen allí fuera y los miramos cada noche desde los observatorios.
Cada noche descubrimos nuevos asteroides, nunca sabes qué te vas a encontrar”, concluyó el experto desde el laboratorio de la Nasa en Pasadena.