Mientras tanto, Castillo Recinos recibió una pena de 12 años de cárcel por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes.
El 26 de febrero recién pasado, el Ministerio Público (MP) solicitó al Tribunal de Mayor Riesgo penas de 28 hasta 50 años contra los expolicías.
Castillo Recinos fue acusado de desaparición forzada. Sin embargo, la fiscalía no logró sustentar dicho señalamiento.
La Fiscalía afirmó que Alfaro Martínez junto a otros agentes de la PNC planificaron y participaron en el robo de dinero producto de una transacción relacionada con droga.
Los detectives Benjamín Jiménez Martín, Byron Iván González López, Breyner Orozco Fuentes y Juan Pablo Suhul Lapoyeu se movilizaron, el 1 de marzo del 2012, de Quetzaltenango, donde estaban asignados, a Santa Ana Huista, Huehuetenango, para hacer el intercambio.
Los agentes simularon que entregaban los estupefacientes y se quedaron con el pago. La persona a quien los policías habrían robado el dinero ordenó a sus empleados que los alcanzaran y regresaran al lugar de la transacción, y después no se supo más de ellos.
Testigos denunciaronel hecho e indicaron que se trataba de un secuestro.
Eliminan indicios
A Castillo Recinos fue acusado de desaparición forzada, pues recibió instrucciones del afectado por robo para que hiciera desaparecer los indicios de violencia.
Los empleados dispararon contra el vehículo en que se transportaban los investigadores y habrían destruido una llanta. Cuando los fiscales llegaron al lugar no encontraron rastros.
La planificación del supuesto robo de dinero se determinó, según la Fiscalía, por las llamadas telefónicas que Overner Alfaro sostuvo con Benjamín Jiménez.
El 1 de marzo del 2012, cuando los agentes fueron vistos por última vez, Alfaro y Jiménez se comunicaron 21 veces por teléfono, según el registro de llamadas.