La normativa establece que el orden de postulación deberá alternarse entre mujer y hombre, de manera que a una posición ocupada por una fémina siga la que desempeña un hombre, o viceversa, y así sucesivamente, para que tanto hombres como mujeres participen de manera igualitaria en cuanto al número y posición en casillas.
El presidente del Congreso, Mario Taracena, informó que existe un compromiso de los jefes de bloques para aprobar en tercera lectura las reformas, pero coincide en que habrá un freno en el tema de paridad.
Uno de los puntos que podrían retardar la aprobación es la interpelación del ministro de Salud, Alfonso Cabrera, por el diputado Marvin Orellana, de la bancada Alianza Ciudadana.
El legislador Walter Félix, de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, considera que ese artículo es un acto de justicia, ya que con una serie de argumentos se ha excluido a las mujeres y a los pueblos indígenas.
“Es un reto que tenemos los partidos, porque muchos creen que las mujeres y los indígenas no estamos preparados para hacer política”, dijo Félix.
La diputada Sandra Morán, de Convergencia, señaló que hay posturas muy fuertes sobre ese artículo.
“El tema es cuántos diputados estarían dejando su curul si habría más mujeres. Hay 158 diputados, y si hacemos paridad y alternabilidad, entonces habría la mitad de diputados y diputadas”, dijo la parlamentaria.
Ferdy Elías, diputado oficialista, indicó que aún no han conocido las reformas y que la paridad y alternabilidad serán debatidas con más énfasis.
Ovidio Monzón, de Todos, manifestó que ellos han propuesto el tema, por lo que están de acuerdo en apoyarlo.
El politólogo Luis Fernando Mack considera que la Ley se vuelve más candente, pues cada cambio afecta intereses políticos, ya que se habla del acceso al poder.
“El argumento de que se limita la participación es falso, además de que se imponen la candidaturas, aunque en verdad la imposición es por la vía económica. Quien tiene plata, entra”, dijo Mack.