Líderes del llamado Grupo de la muerte, por delante de la Juventus de Turín y el Sevilla, los Citizens se cruzan en octavos con el conjunto ucraniano, que sólo perdió un partido en la llave G, en la que coincidió con el Chelsea o el Oporto.
Los hombres dirigidos por Serhiy Rebrov, inmersos hasta ahora en el parón invernal de su liga, en la que son segundos, no disputan un partido oficial desde el nueve de diciembre, coincidiendo con la última fecha de la fase de grupos de la Champions.
Su estado de forma es pues una incógnita, pero las seis victorias y tres empates logrados en sus nueve últimos partidos en su estadio en competición europea demuestran que no será fácil para los Citizens.
Eliminados en las dos ediciones precedentes por el FC Barcelona en octavos, este año el sorteo parece haber sido benévolo con el conjunto inglés, favorito indiscutible para clasificarse y dejar atrás por fin la maldición de los octavos.
Objetivo, el título
Finalista hace dos temporadas de la máxima competición continental, y único capaz de mantener el ritmo del FC Barcelona en España hasta que tuvo un bache las últimas semanas, el conjunto colchonero, que superó la fase de grupos liderando la llave C por delante del Benfica y el Galatasaray, cuenta con mayores credenciales para llevar el cartel de favorito ante el vigente campeón y líder del campeonato holandés.
Su último empate a cero en el Calderón ante el Villarreal, y su eliminación de la Copa del Rey, hacen que los hombres de Diego Simeone encaren la fase decisiva del torneo europeo como su principal opción de título esta temporada. Así lo reconoció esta semana el capitán del equipo, el uruguayo Diego Godín: “El camino a una final de Champions es más corto que ganar una Liga”.
El PSV vive su primera eliminatoria en Liga de Campeones desde que en 2009 eliminase al Arsenal, lo que supone un premio para el equipo rojiblanco, que jugará con menos presión que su rival. Además, inmersos de lleno en la pelea por el título de la Eredivisie con el Ajax, del que sólo le separa un punto, los holandeses podrían priorizar el campeonato local sobre la Champions, sobre todo si el resultado en la ida no les es favorable.
