El lunes 25 de enero, el campeón panamericano de Navegación a Vela en la clase láser sufrió un golpe mientras competía en la Copa del Mundo en Miami, Estados Unidos. En ese momento lo catalogó como una “fuerte lesión”.
“Estaba veleando en la segunda prueba del día y cuando estaba enderezando mi barco sentí algo. Entonces pensé que me iba a retirar cuando terminara las regatas del día, porque iba muy bien… Debí haber parado. Después de eso ya no me podía mover y me tuvieron que cargar, la pasé mal”, indica el deportista nacional.
Los siguientes días fueron de drama para el atleta olímpico —Pekín 2008 y Londres 2012—, pues el dolor se incrementó y la incertidumbre se posó en él.
Maegli padece de una hernia en la espalda desde el 2008; algo frecuente en los atletas que practican este deporte, por los movimientos necesarios para realizar el trabajo. Y aunque anteriormente no había sido una complicación, únicamente en 2011, pero de manera leve, ahora sufre las consecuencias.
“La hernia está cerca de la vértebra L5, debajo de la lumbar y la S1, y ahí está el disco y se salió, por lo que está presionando contra el nervio”, relata Juan Ignacio, quien no puede estar mucho tiempo sentado porque aparecen las molestias.
“No me duele mucho, pero se me duermen las piernas, por eso mismo no puedo manejar; el doctor me lo recomendó, porque es peligroso”.
El velerista visitó a tres médicos para tener varias opiniones, ya que se hablaba de una posible operación, que lo hubiera dejado sin opciones para competir en Río 2016, pero finalmente se quedó con el diagnóstico del especialista Barth Green, de la Universidad de Miami, quien le aseguró que no era necesaria una intervención quirúrgica, sino que podría recuperarse a base de terapias.
“Me querían operar pero escuché varias opciones. Tuve la suerte de ver a un médico muy bueno, que me recomendó que probara la terapia y esteroides tomados, que son para desinflamar el área. Ahorita estoy en eso y el dolor ha bajado mucho. Esta es mi segunda semana de terapia y he mejorado muchísimo”, afirma.
Las siguientes ocho semanas serán vitales para Juan Ignacio Maegli, quien a pesar de esta turbulencia, trata de mantenerse fuerte y confía en recuperarse para poder competir en Río de Janeiro, en agosto.
“Me voy a ir a Italia, porque allí vive mi preparador físico Cristian Iriarte. Estaré haciendo terapias orientadas hacia la preparación del barco. Tal vez a la octava semana —dos meses— subirme al barco y luego hacer una evaluación. De competencias sí estaré desconectado, quizás pueda volver en junio, porque sí eso sí es bastante pesado para la espalda”, indica el navegante de 27 años.
El guatemalteco recuerda al atleta uruguayo Alejandro Foglia, quien ha sido rival directo y también padeció de esta lesión; su recuperación fue de un año y dos meses. “Es una lesión común”, asegura Maegli, que ha recibido palabras de ánimo de parte de diferentes atletas nacionales e internacionales, incluido Foglia.
Optimista
El 2016 es un año que gira alrededor de los Juegos de Río para Maegli. Se tenía previsto un calendario exigente en competencias, como parte de la preparación para el atleta que por su gran desempeño en el ciclo olímpico es un candidato para destacar en estas justas.
El circuito europeo —España, Italia y Francia—, en marzo y abril; el Mundial de Láser en Vallarta, México, en mayo; el Weymouth, en Inglaterra, en junio; tres campamentos en Río de Janeiro, hasta la fecha de los Juegos, era la planificación.
Y aunque después del imprevisto de la lesión ya no podrá foguearse, el atleta apelará a la experiencia que ha ganado desde que tenía tan solo cuatro años, cuando en sus inicios se entrenaba con su padre Juan Estuardo Maegli.
“Sé que no voy a tener competencias pero estoy tranquilo, porque tengo muchísimos años de dedicarme a este deporte y creo que he ganado experiencia y eso es lo que me va a ayudar, porque esta lesión no cambia mis objetivos”, asevera Maegli, quien fue el primer atleta guatemalteco en conseguir la clasificación a Río 2016, después de avanzar a la final del
Mundial de Navegación a Vela en Santander, España, en septiembre del 2014.
“Desde el 2007 —oro en Juegos Panamericanos de Río— toda mi preparación es para estos Juegos Olímpicos. Han sido muchos años de preparación y es difícil digerir todo esto, pero me lo pongo como un reto más.
Después de tanto tiempo de hacer lo mismo todos los días es difícil mantener la motivación, y tal vez había olvidado por qué hacía las cosas, pero pasó esto, que pone en duda mi participación en Río, y entonces me recordé de las ganas que tengo de estar allí”, asegura.
Uno de los pilares que le han permitido seguir adelante, ha sido su familia, que no lo ha dejado ni un instante. “Mis papás me han ayudado muchísimo. Desde que me lesioné mi papá se fue a acompañarme y me ayudó con todo. Lo más importante al principio siempre es recuperarse como paciente y no como atleta. Solo con su presencia me ayudó bastante”,
Maegli estuvo en Guatemala durante seis días únicamente y regresó a Italia para continuar con su rehabilitación y con el correspondiente trabajo psicológico para no decaer.
“Yo siempre he creído que las cosas pasan por algo, con algún objetivo, y estoy muy ansioso por descubrir por qué me está pasando esto”, dice.