CATALEJO
Para entender, debe verse desde arriba
LA MEJOR VISTA DE UN bosque se logra cuando uno se coloca en un punto elevado, más arriba de la masa de árboles. Se puede entonces no solo verlo, sino también se alcanza el horizonte, conformado por una serie de accidentes geográficos como montañas, cerros, ríos, planicies, otros bosques, etcétera, pero también de las nubes, del cielo, el amanecer o atardecer. La importancia de ver desde un sitio superior consiste en poder abarcar varias cosas, no solamente aquella donde se centra nuestro interés, el cual puede cambiar como resultado de enfrentarse al conjunto de factores diversos integrantes de una unidad más grande y compleja.
ESTAS CONSIDEraciones vienen al caso, creo yo, cuando se buscan explicaciones a otros asuntos totalmente distintos. Por ejemplo, por qué en Guatemala parece imposible impedir el empeoramiento de las condiciones en las cuales se desenvuelve la actividad política. Se repite cada vez un círculo supervicioso, y el convencimiento de la imposibilidad de un gobierno peor al existente, se ve talado de cuajo por la realidad de ver el nacimiento y consolidación de uno “más peor”, y el siguiente “más, más peor”, por razones nuevas o por el paroxismo de las razones causantes de la decepción y hastío populares. Los guatemaltecos, colocados a nivel del piso, no podemos ver el panorama de las acciones anteriores, donde se encuentran los porqués.
DE HECHO, ESTA NECEsidad de subir a la altura para ver el panorama, no solo se concentra en lo político, sino en cualquier otra de las actividades humanas. En realidad es la búsqueda de las razones, de las raíces de los problemas y de las realidades del momento. Entender la relación existente entre los hechos pasados con los del presente, es fundamental para comprender la realidad y también para predecir con base el futuro, porque la proyección resulta —la mayoría de veces— relativamente fácil cuando se tienen al menos dos datos presentes en un lapso específico. En este campo también se cumple el viejo aforismo “lo urgente tiene preferencia sobre lo importante”, y entonces los problemas requirentes de solución inmediata se atienden antes.
ESE COLOCARSE EN LA posición para ver panorámicamente o desde arriba, también permite dar las voces de alerta, o comenzar a encontrar las explicaciones y el aparecimiento de posibles complicaciones del futuro. Al estar en esa posición, es posible también analizar y escoger con mayores posibilidades de éxito las soluciones para evitar el empeoramiento de todo aquello ya considerado, o evidentemente claro, algo negativo para el país, cuando se trata de temas políticos y sociales, o para una comunidad, una familia o una persona. Una pregunta fundamental se refiere a quienes —o quién— deben ser los encargados de ir a colocarse a esa cima desde donde se pueden ver varios, si no todos, los aspectos para poder preparar y sugerir soluciones.
A MI JUICIO, ESTA TAREA de analizar el entorno, y no solo aspectos específicos, no puede ser realizada por quienes se dedican a enfrentar el diario vivir, para lo cual se necesitan habilidades específicas, no siempre presentes entre los observadores panorámicos. Es una aplicación práctica de la diferencia entre el político y el estadista: el primero piensa en la próxima elección y el segundo en la próxima generación. Para arreglar lo referente a los próximos comicios, es necesario pensar en las siguientes generaciones, o más bien dicho en las generaciones ya nacidas pero con derechos intrínsecos y también riesgos ya determinados por las decisiones de un hoy a todas luces riesgoso para cuando ellos lleguen a la categoría de adultos.