Ya estamos en febrero del 2016 y acercándonos cada vez más al terrible caos que se avizora por el fenómeno El Niño, que implica tremendas sequías que amenazan a poblaciones completas de Guatemala a quedarse sin agua, sin sus cosechas y sin trabajo, y también debido al cambio climático. No es cosa de que únicamente el MARN o el MAGA o el Ministerio de Salud sean los que deben estar pendientes a la hora de hacer su planificación, sino todos los ministerios, incluyendo el de Finanzas, Gobernación, Educación, Comunicaciones o el propio Congreso, También hablo de los funcionarios públicos, alcaldes, gobernadores y, por supuesto, un tema que debe ser abanderado por el propio presidente y vicepresidente, quienes deberán velar porque se convierta en un tema de carácter prioritario y emergente en su plan de gobierno y hagan el presupuesto nacional acorde a ello, según lo establece la Ley de Cambio Climático, decreto 7-2013

El cambio climático es un tema transversal y “urgente”, pero si lo refundimos al último ítem de nuestra lista, lo estaremos lamentando cuando las sequías nos agobien tanto como agobiaron a los antiguos mayas, que tuvieron que dejar sus templos y sus viviendas abandonadas buscando otros lugares donde sobrevivir, y así sucumbió su civilización. Lo peor es que seguimos cruzados de brazos, como si nada estuviera ocurriendo.

El Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la Nasa facilitó datos que muestran que la temperatura media global en la superficie de la Tierra de enero de 2016 fue de 1,13ºC por encima de la media de 1951-1980 (período de referencia climática). Eso quiere decir que la temperatura va en aumento, y con dos grados más no tendremos más bosques tropicales, las siembras quedarán destruidas, y con tres grados más, el 90% de los glaciares desaparecerán.

Alejandra Sobenes, una destacada abogada ambientalista, reconocida internacionalmente, nos da el ejemplo que todos debiéramos imitar. Ella ha sido nuestra representante de sociedad civil organizada ante el Consejo Nacional de Cambio Climático, cuyo nombramiento contó con más de un centenar de organizaciones y personas de apoyo y ha trabajado incansablemente. Su involucramiento en el tema ha sido donando su tiempo, su calidad profesional y sus conocimientos. Por años, Alejandra ha jugado un liderazgo en la legislación ambiental del país y junto a otros profesionales como el Dr. Luis Ferraté se lograron las primeras políticas de cambio climático y la primera Ley Marco de Cambio Climático para Guatemala y Latinoamérica (hoy decreto 7-2013), abriendo las puertas para que la sociedad civil participe activamente en esos instrumentos y los hagamos propios para defenderlos. Si tuvimos el coraje de ir a las calles a denunciar la corrupción el año pasado, hoy debiéramos todos estar comprendiendo que estamos al filo de un abismo y no nos podemos dejar caer.

Exijámosle tanto al Organismo Ejecutivo como al Congreso de la República el cumplimiento de la Ley, y que en el Plan-Presupuesto del Estado 2017, que empieza en marzo, quede reflejado el tema del Cambio Climático. Exijamos a todas las instancias gubernamentales que hagan lo mismo. Quizás esta vez no se trate de salir a las calles para denunciar la corrupción, pero sí de estar vigilantes de que se cumpla con lo que ordena la Ley. Es una de las forma de garantizar el bienestar de los guatemaltecos. Una de las fórmulas para lograrlo de parte de la sociedad civil es despertando la conciencia de los funcionarios. ¿Qué esperamos?

vidamordepaz@yahoo.com