Economía

La reelección de la mujer más poderosa del FMI

La economista francesa Christine Lagarde fue reelegida este viernes para un segundo mandato de cinco años como directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y deberá conducir la entidad en un escenario de evidente desaceleración.

“Estoy encantada de tener la oportunidad de conducir el FMI, como Directora Gerente, por un segundo término de cinco años, y agradezco la continuada confianza y apoyo del Directorio del Fondo y de sus 188 países miembros”, expresó Lagarde en un comunicado.

La exministra francesa de Economía, de 60 años, era la única candidata al puesto, y llegó a esta instancia con el firme apoyo de países clave en el FMI, como Alemania, Francia y Estados Unidos. Lagarde fue reelegida por consenso y oficialmente su nuevo mandato comenzará en julio.

Por su parte, el ruso Aleksei Mozhin, integrante del Directorio del FMI, dijo que ese grupo decidió renovar el término de Lagarde después de considerar su “fuerte e inteligente primer mandato”.

De acuerdo con Mozhin, Lagarde “jugó un papel crítico en la revitalización de las relaciones del FMI con sus miembros globales, incluyendo los mercados emergentes y los miembros en desarrollo”.

Garantizar el equilibrio

En el comunicado que divulgó este viernes Lagarde señaló que “en los últimos cinco años, el FMI ha adaptado y fortalecido su capacidad para responder a las necesidades de sus integrantes y está bien preparado para ayudarlos a lograr sus objetivos en el futuro”.

El FMI “sigue comprometido con su objetivo fundamental de ayudar a garantizar un equilibrio económico y financiero global mediante la cooperación internacional”, añadió Lagarde.

En una conferencia de prensa ofrecida luego de confirmada su reelección, Lagarde se manifestó favorable a fortalecer la capacidad del FMI de “anticipar” situaciones de crisis, concentrándose en acciones preventivas en sus recomendaciones a los países miembros.

“Pienso que podemos tener un papel mayor en tratar de anticipar” las necesidades, dijo.

“¿Estamos en un momento como en 2009? Pienso que no. ¿Estamos en un momento en que es necesaria más coordinación? Sí”, comentó.

Para Lagarde, la principal lección de sus primeros cinco años al frente del FMI fue el efecto pernicioso que las políticas monetarias de un país puede tener en otro.

  • Un escenario diferente

La economista francesa es apuntada como la responsable por recuperar la reputación del FMI después de ocupar el puesto de su compatriota Dominique Strauss-Khan, quien renunció en 2011 en medio de un espectacular escándalo sexual.

Lagarde tuvo así por delante la tarea de recomponer la imagen del Fondo y mostrar que ella tenía las condiciones de conducir el organismo en el escenario financiero global posterior a la crisis que estalló a partir de 2008.

Al frente del FMI, Lagarde mostró liderazgo en la conducción del Fondo para enfrentar las crisis en Grecia, Irlanda y Portugal. Al mismo tiempo, apoyó reformas internas en el FMI que fortalecieron la posición de China, luego de décadas de dominio del Fondo por parte de Estados Unidos, Europa y Japón.

Sin embargo, el segundo término de Lagarde al frente del FMI tiene todos los elementos para ser mucho más complicado que el primero.

La desaceleración de la economía china no cesa de provocar coletazos en todos los rincones del mundo, en un cuadro agravado por la caída en los precios internacionales de las commodities, tensiones en el Medio Oriente y temores de un retorno a la recesión en países desarrollados.

Los dos más graves dolores de cabeza del FMI -Grecia y Ucrania- siguen a un paso del abismo, y en consecuencia el organismo financiero debe mantenerse con todas las luces de alerta encendidas.

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