El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, dijo lamentar el hecho, pero negó que esta decapitación revele una “descomposición” en materia de seguridad. Por su parte, la fiscalía explicó que el hallazgo es resultado de la pugna entre dos grupos criminales.
Apatzingán pertenece a la zona de Tierra Caliente, una región con altos índices de violencia por la presencia de carteles que se disputan plazas y rutas para la producción y comercialización de droga.
Además de la cabeza, en la madrugada fueron localizados los cadáveres de tres hombres en los municipios de Jacona y Villamar.
De acuerdo con la Policía del lugar, los cuerpos, aún sin identificar, presentaban huellas de tortura y lesiones de balas.
“Nos vemos expuestos a la pérdida de amigos o de familiares en manos del narcotráfico, de las drogas, de organizaciones criminales que siembran el terror, pero Jesús, el que nos da la esperanza, nunca nos invitaría a ser sicarios”, dijo Francisco el martes recién pasado en ese estado, al que visitó como parte de una gira de cinco días en México que culminó el miércoles en Ciudad Juárez, en la frontera norte de ese país.
