“Sin su firma en el documento, no serán autorizados a participar”, insistió.
Los que firmen la declaración se comprometen a no utilizar nunca, ni transportar o distribuir sustancias que figuren en la lista de productos prohibidos.
Los atletas rusos deben también satisfacer todas las exigencias sobre los controles antidopaje en la competición y fuera de ella y comprometerse a informar a la Araf de toda violación del código antidopaje por otros atletas.
A principios de noviembre, una comisión de investigación independiente ordenada por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) publicó un informe sobre el dopaje organizado en el atletismo ruso, en el que la Agencia Rusa Antidopaje (Rusada) ayudó a disimular casos positivos que implicaban a atletas de su país.
La AMA declaró a la Rusada y al laboratorio moscovita antidopaje no conformes al código mundial antidopaje.
Poco después, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) suspendió a Rusia de toda competición de atletismo, abriendo la puerta a una posible ausencia de los atletas rusos en los Juegos Olímpicos de Rio en agosto de 2016.