Unos 220.000 militares participaron de esta cruzada puerta a puerta para visitar tres millones de hogares y aconsejar a la población en la lucha contra el mosquito, combate al que se sumaron personalmente Rousseff y parte de su gabinete.
Con una gorra de visera blanca y una camiseta de mangas cortas con la inscripción #ZikaCero, la mandataria caminó por el barrio abrazando madres, alzando bebés para numerosas fotos y aplicó ella misma larvicidas para limpiar el agua bajo las rejillas.
Escoltada por el alcalde de la ciudad Eduardo Paes y un enjambre de agentes de salud, militares y fotógrafos, la mandataria aconsejó a los vecinos sobre cómo combatir los criaderos del mosquito cuyo combate ha sido declarado una prioridad por su gobierno.
“La guerra depende de nosotros. (El gobierno) es el regimiento de vanguardia, pero sólo con eso no se gana la guerra. Precisamos que todos participen, y ahí seremos 204 millones de personas” contra el mosquito, enfatizó Rousseff.
Varios ministros también se trasladaron a grandes ciudades como Salvador, Recife, Curitiba y Porto Alegre para acompañar la tarea.
Se calcula que un 70% de los focos de cría del Aedes Aegypti -que también transmite el dengue, la fiebre amarilla y la chicunguña- se encuentra en los domicilios, por lo cual el combate de la población es fundamental.
En la cidade maravilhosa 71.000 efectivos militares fueron convocados para golpear puerta a puerta y exhortar a los vecinos a aumentar la vigilancia.
Bajo el lema “un mosquito no es más fuerte que un país entero” , integrantes de las tres fuerzas armadas se desplegaron desde temprano en todos los estados del país para distribuir folletos con recomendaciones prácticas.
“Mantenga el tanque de agua bien cerrado… deje las botellas con la boca hacia abajo… los neumáticos deben acondicionarse en lugares cubiertos”, son algunos de los consejos que los uniformados y agentes de salud llevaron a los hogares en este día de movilización nacional.
Marcos Pitombo Barreto, un vecino de 82 años fue visitado por personal de la Marina y dio su apoyo a la iniciativa: “En este momento lo más importante es que todo el mundo pueda ayudar y participar de esta campaña de las fuerzas armadas”.
Entre el lunes y el jueves de la semana próxima, 50.000 hombres de las tres armas trabajarán junto a equipos de fumigación en todo el país, como parte del plan de las autoridades para limitar el avance del virus atacando a su vector hasta que pueda ser desarrollada una vacuna.
Brasil detectó a fines de 2015 un aumento inusitado de casos de microcefalia -que daña irreversiblemente el cerebro y limita el desarrollo motor e intelectual de las personas- en el empobrecido nordeste del país, donde el virus zika tuvo una amplia circulación el año pasado y muchas embarazadas lo contrajeron.
Según los últimos datos del Ministerio de Salud, Brasil registró entre octubre y febrero 462 casos de microcefalia -contra una media anual de 150 casos-, de los cuales 41 tienen relación confirmada con el virus zika.
Otros 3.852 casos sospechosos de esta malformación congénita están bajo estudio.
El zika comenzó a circular en Brasil el año pasado y puede haber infectado a un millón y medio de personas. Todavía no existe una vacuna para prevenirlo.
Sus síntomas -fiebre, dolor en articulaciones, erupción en la piel, conjuntivitis- son leves y en el 80% de los casos la enfermedad puede pasar desapercibida, pero su probable relación con la microcefalia -aún por comprobarse científicamente- llevó a la Organización Mundial de la Salud a emitir una alerta sanitaria internacional.