Más difícil parece la tarea para los otros tres aspirantes: el hombre de negocios sudafricano Tokyo Sexwale, el príncipe jordano Ali Ben Al Hussein, exvicepresidente de la Fifa y candidato derrotado por Blatter en las elecciones del pasado mes de mayo, y el francés Jéröme Champagne, exsecretario general adjunto de la Fifa.
Después del sorprendente anuncio de Joseph Blatter de dejar la presidencia a primeros de junio, solo unos días después de haber sido elegido para un quinto mandato, la Fifa no ha dejado de alimentar la crónica judicial.
A las detenciones de numerosos miembros o exmiembros del comité ejecutivo por orden de la justicia norteamericana, se unió en septiembre la imputación de Blatter por la justicia suiza por gestión desleal y abuso de confianza por, entre otras acusaciones, un pago polémico de €1.8 millones a Platini, que fue interrogado como testigo.
“Restablecer la confianza”
Por este caso ambos dirigentes han recibido una sanción de ocho años por parte de la propia Fifa, castigo que motivó la renuncia de Platini, al no quedarle tiempo para los recursos antes de la fecha electoral.
En este contexto de crisis sin precedentes, con acusaciones de corrupción generalizada, los cinco candidatos están llevando a cabo su campaña.
“Lo principal es restablecer la confianza”, dijo Infantino hace una semana al presentar su programa, en el que se incluye como uno de sus puntos básicos es un Mundial de 40 equipos (por los 32 actuales) .
Para reformar una institución actualmente desacreditada, los cinco aspirantes coinciden un medidas como el límite de mandatos del presidente y de los miembros del comité ejecutivo y un mayor control de la integridad de los dirigentes de la Fifa.
A un mes de las elecciones, ciertos candidatos multiplican sus viajes; otros guardan un papel más discreto. Infantino fue recientemente a Ruanda a defender su candidatura en África, una importante reserva de votos, así como al Caribe y este lunes está en Paraguay, en la víspera del congreso de la Conmebol.
El jeque Salman firmó la pasada semana un acuerdo entre las confederaciones de Asia (AFC) y África (CAF) para la organización de competiciones y de programas de desarrollo, un acto que podría darle al jeque el apoyo africano.