VENTANA
Inclusión Down en Guatemala
Este año 2016 viene cargado de cambios. Un gran cambio empieza hoy con el nuevo gobierno. Los guatemaltecos guardamos la esperanza de que esta administración marque el paso por su transparencia. Que esté dispuesta a luchar en contra de la corrupción y se abra al diálogo con los ciudadanos para lograr acuerdos básicos entre todos los sectores para avanzar.
Esta nueva etapa de Guatemala invita a un cambio de paradigma que sea holístico e incluyente, como lo demuestra la tendencia mundial en este siglo XXI. El físico Fritjof Capra, en su libro La trama de la vida, comenta la mentalidad que heredamos y ahora nos toca superar. “En los siglos XVI y XVII la visión medieval del mundo, basada en la filosofía aristotélica y en la teología cristiana, cambió radicalmente. La noción de un universo orgánico, viviente y espiritual fue reemplazada por la del mundo como máquina y esta se convirtió en la metáfora dominante de la era moderna”. La premisa de Hobbes, “el lobo es el lobo del hombre,” ha sido la guía de la competencia atroz, que separa, divide y excluye. Ha regido nuestros sistemas político, económico y social.
El enfoque mecanicista cree que el planeta esta muerto, narra el psiquiatra R.D. Laing, porque “anuló la vista, el sonido, el gusto, el tacto y el olor, y con ellos desaparecen la sensibilidad estética y ética, los valores y las cualidades del espíritu”. Este sistema de vida obvió que en la naturaleza, así como se compite, también se “co-evoluciona”. La tarea de cada ser es “ayudar a que el otro desarrolle su potencial”, así como el calor de la arena de la playa incuba los huevos de las parlamas hasta el momento en que nacen las tortuguitas.
La semana pasada conversé con Rocío Colina, Celso Cerezo y Carlos Bezares, quienes integran la junta directiva de una organización nueva en Guatemala, llamada “Inclusión Down 502”. Esta asociación tiene como objetivo generar conciencia en nuestra sociedad sobre el síndrome de Down (SD). Este síndrome es un trastorno genético provocado por la presencia de una copia parcial o total de un cromosoma extra del cromosoma 21. De acuerdo a los estándares internacionales, una de cada 800 personas nace con esta condición genética. Los sistemas educativos en Europa, Costa Rica y Estados Unidos apoyan a la población con SD. Han comprobado que la atención adecuada desde edad temprana eleva su cociente intelectual, estimula su autonomía y desarrolla sus habilidades para desempeñar diversos trabajos con admirable competencia.
En Guatemala, nuestra vieja mentalidad excluye de nuestro sistema educativo ordinario a las personas con SD. Las creencias falsas abundan. La gente dice: “El SD es una enfermedad”. Falso. Es una condición genética. “Las personas con SD son todas iguales”. Falso. Cada persona tiene su personalidad, sus capacidades y sus sentimientos. “Los niños con SD son niños eternos”. Falso. Son niños que pueden comportarse de acuerdo a su edad cronológica si así se les trata. Pueden ser independientes, desenvolverse socialmente y a participar en actividades cotidianas sin supervisión.
La asociación Inclusión Down 502 realizará su primera actividad con el apoyo de Unicef y el Ministerio de Educación a finales de enero. Marcela Álvarez, experta costarricense en el tema de inclusión, impartirá dos conferencias. Una para directores de colegios y escuelas: “Educación inclusiva, todos ganamos”. La otra va dirigida a docentes: “La construcción de un aula inclusiva. Propuestas prácticas”. Para más información, llamar al teléfono 59283642 o escribir a info@inclusiondown502.org