El acto protocolario cumplió con todos los detalles, el Himno Nacional, la entrega de la banda presidencial por el presidente saliente Alejandro Maldonado, así como el collar que guarda la llave de la Constitución. Jimmy Morales, quien ayudado por su esposa colocó la mano izquierda sobre la Constitución, juró con la mano derecha levantada ser fiel a la Carta Magna.
El presidente del Congreso Mario Taracena, le impuso la banda presidencial, el collar y el pin de Presidente de la República de Guatemala.
Posterior, fue juramentado Jafeth Cabrera como vicepresidente de Guatemala; Taracena le colocó el pin de vicepresidente.
El Presidente y vicepresidente, así como los integrantes de la Directiva del Congreso firmaron el libro de oro del Organismo Legislativo, para finalizar el protocolo de transmisión de mando.
Unidad y lucha contra la corrupción
En su primer discurso como presidente, Jimmy Morales resaltó las gestas ciudadanas que permitieron darle un giro a la “vieja forma de hacer política”, también aprovecho el momento para condenar la corrupción y ofrecer mejoras en el área de salud y educación, aunque sin especificar cómo, con qué, se comenzará a trabajar.
Morales comparó las protestas sociales que comenzaron en abril de 2015 con la revolución civil de 1944, aunque resaltó que en esta ocasión se logró pacíficamente un cambio en el sistema político tradicional.
“Una Guatemala está hoy más unida que nunca, y estoy aquí ante ustedes y quiero hacer un compromiso público, un nuevo pacto, un pacto con Guatemala, en el que espero todos me acompañen”, dijo Morales.
Agregó: “Esa es la cara de Guatemala, amable pero valiente, respetuosa pero enérgica”.
El Presidente también dijo encabezar una nueva era en el país, un año que coincide con un “renacer ciudadano” que rechaza la corrupción.
Morales citando a Augusto Monterroso, dijo que en el nuevo despertar del país no deben estar los dinosaurios, la vieja política.
Compromisos
“Guatemala no es un presidente, un pequeño grupo, sino el trabajo unido de toda la sociedad, no hay soluciones mágicas”, resaltó Morales antes de sentenciar que el país no debe estar “resignado al pesimismo… una nueva
Guatemala es posible y vale la pena”.
Morales también advirtió a sus funcionarios que no tolerará la corrupción y será perseguida en su administración; también dijo empeñarse en mejorar las condiciones de salud, educación y desnutrición crónica.
Agregó: “El dinero del pueblo es sagrado, esa lucha será el cimiento de nuestra Guatemala feliz, sin salud no hay felicidad, desde el centro de salud más que pequeño al hospital más grande, y quizá no podamos construir más, pero nuestro compromiso es el suministro de medicinas y garantizar su funcionamiento”.
El mandatario anunció que a partir del próximo lunes comenzará una distribución estratégica de medicamentos, una donación que él gestiono y que asciende a unos Q100 millones en insumos, como primera medida para paliar la crisis hospitalaria.
El nuevo Gobierno también se compromete, según Morales, a implementar un plan para reducir la desnutrición crónica en un 10 por ciento en los próximos 10 años, una meta que según el Presidente se fijó porque “es imperativo comenzar a trabajar”, ya que uno de cada dos niños está desnutrido en el país.
En el tema educativo, Morales ofreció esfuerzos en mejorar la calidad educativa y los 180 días de clases, aunque aún se desconoce la estrategia que se implementará para alcanzar estos objetivos.
“Yo creo en los milagros, y le he pedido a Dios que nos conceda esos milagros para el bien de Guatemala”, sentenció Morales.
En el ámbito económico, el Presidente dijo que se espera un crecimiento del 6 por ciento, y que esto se vea reflejado en el índice de desarrollo humano, aunque no precisó cómo se estaría reactivando la economía en su primer año de Gobierno. Insistió también en que se debe mejorar la recaudación tributaria.