“El objetivo de los atacantes es el consulado de Pakistán”, indicó el portavoz del Ejército en la provincia de Nangarhar, cuya capital es Jalalabad, que añadió que los combates continúan entre las tropas afganas y “un número indeterminado de insurgentes”.
Un agente de la Policía local, que prefirió el anonimato, explicó que un atacante suicida detonó los explosivos que portaba contra las fuerzas de seguridad del consulado y después otros dos asaltantes entraron en la casa de huéspedes.
Según la fuente policial, en la acción insurgente, que todavía continúa, han muerto tres policías y el área ha sido acordonada.
Un portavoz del Ministerio del Interior afgano, Najib Danish, aclaró en su cuenta de Twitter que la casa de huéspedes donde se encuentran los atacantes se hallaba vacía.
Un miembro del Parlamento de Nangarhar, Ashab Wali Muslim, señaló que dos de los atacantes fueron detenidos, mientras que otros dos se han apostado en “un colegio” cerca del consulado paquistaní, que “es el objetivo” del ataque.
Esta acción insurgente se produce una semana después del ataque al consulado de la India en la ciudad afgana de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán, en el que murieron cinco personas (los cuatro atacantes y un policía) tras 25 horas de enfrentamiento.
“Siete miembros de nuestras fuerzas de seguridad murieron y otros siete resultaron heridos como resultado de un ataque terrorista”, dijo un portavoz del ministerio del Interior en Twitter.
La policía acordonó la zona donde tuvo lugar la explosión y en la que se halla también el consulado indio, según un periodista de AFP.
El ataque tuvo lugar dos días después de una primera reunión cuatripartita organizada entre China, Estados Unidos, Pakistán y Afganistán en Islamabad, la capital paquistaní, para tratar de relanzar el proceso de paz entre el gobierno afgano y los rebeldes talibanes.
El consulado de Pakistán en Jalalabad está situado a pocos metros del indio.
India, gran rival regional de Pakistán, ha sufrido en los últimos días varios ataques contra sus intereses diplomáticos y militares en Afganistán y su propio territorio.
En diciembre un ataque talibán contra la embajada de España en Kabul acabó con la muerte de dos policías españoles, cuatro agentes afganos, dos civiles y los cuatro asaltantes.