Las autoridades estadounidenses anunciaron la semana pasada el arresto de 121 adultos y niños en situación irregular, principalmente en Texas, Georgia y Carolina del Norte. Esas familias llegaron al país a partir de mayo de 2014 y están bajo una orden de deportación.
“La ejecución de nuestras leyes sobre la inmigración debe hacerse con humanidad y según los procedimientos regulares, y es por ello que estimo que es necesario parar las redadas que apuntan a comunidades de inmigrantes” , declaró este lunes Hillary Clinton, candidata a las primarias demócratas rumbo a las presidenciales de noviembre.
En el Congreso, ante el cual Barack Obama pronunciará por la noche su último discurso sobre el estado de la Unión, 139 representantes demócratas enviaron el martes una carta llamando a suspender inmediatamente estos operativos.
“Condenamos enérgicamente las recientes operaciones del departamento de Seguridad Interior contra madres e hijos refugiados de El Salvador, Honduras y Guatemala” , escriben en la misiva.
De estos tres países son originarios muchos inmigrantes clandestinos en los últimos años a través de la frontera con México.
En 2014, cuando una ola de menores de edad sin compañía provocó una crisis política en Estados Unidos, los republicanos acusaron a la Casa Blanca de laxitud y enterraron un proyecto de regularización de unos 11 millones de sin papeles ya en el país.
“Llamamos a suspender inmediatamente la operación hasta que estemos seguros de que ninguna madre o niño será enviado a un país donde corran riesgo de persecución, tortura o muerte” , piden los demócratas.
La Casa Blanca reiteró su política migratoria, de promover las regularizaciones de los ilegales con mayor antig edad en el país, los niños, al pedir a las fuerzas del orden que se concentren en la expulsión de aquellos con antecedentes judiciales o los que llegaron recientemente.