Con estas detenciones se pone fin a la rocambolesca captura de los sicarios, seguida en directo por la televisión y que reveló serias fallas en la seguridad y en el manejo de la situación por parte del gobierno de Mauricio Macri.
“Hay un sistema podrido. Lamentablemente, esta destrucción del Estado que se hizo, nos dejó los peores escenarios, con una decadencia institucional y el no funcionamiento de ninguno de los poderes” , sostuvo Macri el domingo luego que él mismo celebrara el sábado la supuesta captura de los tres prófugos.
Los tres sicarios se fugaron el 27 de diciembre de una cárcel donde cumplían prisión perpetua por un conmocionante triple crimen en 2008 relacionado con el tráfico de efedrina a México.
En agosto pasado en un programa de televisión y desde la prisión, uno de ellos había implicado en aquel episodio al entonces jefe de Gabinete de la expresidenta Cristina Kirchner (2007/2015) en medio de la campaña electoral.
“En este momento los otros dos prófugos están detenidos en las cercanías de Cayastá, los ha detenido las tropas de operaciones especiales de la provincia de Santa Fe” , declaró a radio Del Plata el vicegobernador santafesino, Carlos Fascendini.
La detención de Cristian Lanatta (31 años) y Víctor Schillaci (33) ocurrió casi por azar cerca de Cayastá, una localidad rural a 550 km al noroeste de Buenos Aires, en la provincia de Santa Fe.
Los hombres fueron descubiertos por un empleado que tomaron de rehén dentro de un molino arrocero a unos 5 km del pueblo donde se habían escondido. Ante su demora en salir, dos policías que lo habían acompañado y lo esperaban afuera ingresaron y pudieron detenerlos.
“Estaban muy cansados y con hambre. Estaban muy deteriorados” , contaron familiares del empleado a la prensa.
En esa zona, el sábado había sido recapturado solo uno de los tres, Martín Lanatta, 41 años, hermano de Cristian y sindicado como el jefe de la banda.
Martín Lanatta fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad en Ezeiza (30 km al sur de Buenos Aires) , donde este lunes debe declarar ante el fiscal de la causa.
Las autoridades nacionales optaron por demorar la confirmación del arresto, luego de que el gobierno de Macri cayó el sábado en el bochorno al anunciar con bombos y platillos la captura de los tres y ocho horas más tarde tuvo que desmentirlo.