Osvaldo regresó a Boca tras un semestre en el Oporto de Portugal, del que viene de desvincularse.
“Nunca tuve ganas de irme (de Boca) en realidad. Era una necesidad para resolver algunas cuestiones (personales). Desde el primer momento que me fui, estaba convencido de que iba a tener una segunda etapa y gracias a Dios así fue”, agregó.
El jugador admitió que al partir “necesitaba un poco de paz para volver con todo”, dijo.
La vuelta de Osvaldo era anhelada por Tevez, su amigo, quien arribó al equipo xeneize en el segundo semestre del año pasado.
“Más allá de Carlos (Tevez) y de mí, tenemos un gran plantel de jugadores muy buenos, como para poder ser protagonistas en todas las competiciones. Es normal y está bien que la gente esté entusiasmada”, agregó Osvaldo.
El jugador roquero que exhibe con camisetas sin mangas sus brazos tatuados afirmó que llevará el número nueve en la espalda.
“Tomo (el regreso) como una revancha a nivel de grupo, porque a nivel personal creo que mi etapa anterior fue buena, aunque podría haber sido mejor”, admitió.
En su primera etapa en Boca, el club del que es hincha, Osvaldo disputó 16 partidos y anotó siete goles, dos de ellos de penal.
Pero también fue uno de los protagonistas del bochornoso superclásico del 14 de mayo ante River Plate, que costó de la descalificación de Boca de la Copa Libertadores 2015, cuando hinchas xeneizes agredieron con sustancia tóxica a los jugadores millonarios en la manga de la Bombonera.
A mediados de 2015, Osvaldo dejó el club auriazul en medio de una escandalosa separación de su expareja y madre de su hijo, la actriz y cantante argentina Jimena Barón, y cuando vivía un romance con la guitarrista Militta Bora, ya terminado.
¡Bienvenido a casa, DaniStone! Mirá el emotivo reencuentro con sus compañeros, abrazo a abrazo, en el sitio oficial de Boca.
Posted by BOCA on viernes, 8 de enero de 2016