El mercado de piernas de la Major League Soccer (MLS) fue el que más importó el talento guatemalteco, al hacerse de los servicios del volante Marco Pappa —Seattle Sounders—, Moisés Hernández —Dallas— y Elías Enoc Vásquez —Real Salt Lake—.
Sin embargo, ninguno de los tres se convirtió en su escuadra en indiscutible titular y despidieron la campaña sin ritmo.
Quien sí experimentó todo lo contrario fue el guardameta Ricardo Jerez Figueroa. Amo absoluto de la cancerbería del Alianza Petrolera, del futbol colombiano.
El espigado arquero cerró su tercer año de forma fantástica con la máquina aliancista. Fue uno de los claros estandartes para que su equipo clasificara por primera vez a la postemporada, donde fueron eliminados por Independiente de Medellín.
El exportero de Marquense jugó 19 partidos en la recién concluida Liga Águila, entre clasificación y liguilla, permitiendo 17 goles, hecho que le valió para convertirse en el segundo mejor guardameta de Colombia.
Stefano Cincotta, del Chemnitzer de la tercera división alemana; Minor Ignacio López, del Atlético CP, de la segunda categoría portuguesa, y Juan José Chang, del Canterbury United, de Nueva Zelanda, son otros de los guatemaltecos que exportan su futbol.