Rio de Janeiro, que celebrará los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica entre el 5 y el 21 de agosto, ha invertido 5.000 millones de dólares en la organización del prestigioso certamen, en el que participarán más de 10.000 deportistas.
Este experto de 44 años comparó la capital fluminense y Barcelona, que organizó los Juegos Olímpicos en 1992, que son considerados unos de los mejores de la historia.
“Esta capacidad de llamar la atención del mundo de manera intensa sobre una ciudad durante un tiempo limitado (…) es un acontecimiento único. Uno de los hechos clave detrás del éxito en Barcelona fue renovar esta proyección internacional con otros eventos posteriores a los Juegos”, indicó Fernández.
Según este experto, Barcelona multiplicó la cantidad de turistas, de 1,5 millones en 1991 a más de ocho millones hoy. El turismo representa más de 20% de la economía de la ciudad.
“El sector del turismo soportó la crisis y salvó la ciudad del desastre social”, apuntó.
A diferencia del futbol…
El investigador señaló que los Juegos Olímpicos tienen una capacidad de transformación en la ciudad y el país en varios aspectos, contrariamente al Mundial de fútbol, que Brasil organizó por segunda vez en 2014.
“Creo que los Juegos Olímpicos tienen un mérito con respecto al Mundial. La capacidad de concentrar todo en un solo lugar durante un período limitado; eso le da más fuerza a la capacidad de construcción de la imagen de la ciudad”, consideró.
“El Mundial dispersó demasiado esta creación de la imagen y no favoreció a ninguna ciudad. No solo se dispersa la fuerza mediática, sino también las inversiones en infraestructura”, afirmó.
En 2013, se organizaron en Brasil grandes protestas sociales contra los gastos relacionados a la construcción de estadios para el Mundial de fútbol a expensas del mejoramiento de los servicios públicos.