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Puerta Santa se abre en catedral metropolitana

Arzobispo guatemalteco indica que entrar por la Puerta Santa significa descubrir la profundidad de la misericordia de Dios, quien sale al encuentro de cada uno.

La procesión de la Virgen de Guadalupe atraviesa la Puerta Santa en la catedral metropolitana. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)

La procesión de la Virgen de Guadalupe atraviesa la Puerta Santa en la catedral metropolitana. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)

Óscar Julio Vian Morales, arzobispo de la Arquidiócesis de Guatemala, abrió la Puerta Santa de la catedral metropolitana este domingo en el marco del Año de la Misericordia, el cual señala el comienzo del Jubileo, tiempo dedicado a la remisión de los pecados.

Después de celebrar un acto frente a la catedral, Vian Morales abrió la Puerta Santa y la primera en cruzar fue la Virgen de Guadalupe, que el 12 de diciembre recién pasado festejó su día.

“Nos reunimos para celebrar la apertura de la Puerta Santa de esta catedral metropolitana. Con júbilo y una profunda esperanza inauguramos el Año de la Misericordia, esperando que sea un tiempo de gracia del señor”, expresó el arzobispo.

Decenas de católicos asistieron a la actividad y escucharon con atención el mensaje de Vian Morales. Algunos devotos aprovecharon para elevar plegarias.

“Entrar por la Puerta Santa significa descubrir la profundidad de la misericordia del padre, quien sale personalmente al encuentro de cada uno. Al atravesar la Puerta Santa nos tenemos que sentir participes del amor”, refirió.

Afirmó que la iglesia, como buena madre, tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del evangelio. “El papa Francisco nos ha convocado para celebrar la misericordia de Dios”, dijo.

“Jesucristo es el rostro de la misericordia del padre. Las actitudes de Jesus hacia los pecadores nos conmueven Él solo tiene palabras de amor y misericordia que invitan al pecador a convertirse”, explicó.

Jubileo

El Jubileo de la Misericordia se celebrará durante el Año Santo Extraordinario que comenzó el 8 de diciembre recién pasado y concluirá el 20 de noviembre de 2016.

Su objetivo es celebrar el quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, profundizar en su implantación y situar en un lugar central la Divina Misericordia, con el fortalecimiento de la confesión.

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