Para analistas consultados por Prensa Libre, la proyección que legalizó el lunes pasado el Congreso es “muy optimista” y no refleja las debilidades que en la actualidad atraviesa la institución recaudadora luego que saliera a luz pública una red que defraudó al fisco.
Los impuestos al valor agregado (IVA) y sobre la renta (ISR) proveerán el 80% de los ingresos tributarios previstos para el plan de gasto 2016.
Estos dos impuestos aportarán al funcionamiento del Estado Q44 mil millones, según la aprobación del plan de ingresos.
En el IVA de bienes y servicios se proyecta una recaudación por Q11 mil millones, y para IVA importación, Q13 mil millones, que sumarán Q25 mil 222 millones.
En el caso del ISR para empresas, se pronostica una recaudación de Q13 mil millones, el de Solidaridad, Q4 mil millones, y sobre personas naturales, Q1 mil 400 millones, que aportarán Q18 mil 770 millones.
Eso significa que la carga de financiamiento del presupuesto por la vía de ingresos tributarios (impuestos) se concentrará en estos dos gravámenes.
Otras fuentes de financiamiento que aprobó el Congreso son la contratación de deuda bonificable por Q9 mil 426 millones y préstamos por Q3 mil 45 millones.
Los especialistas anticipan que el gobierno de Jimmy Morales, que asumirá en enero, podría enfrentar problemas de liquidez si no se llevan a cabo cambios en la SAT, así como una mayor transparencia y eficiencia en el gasto público.
El Congreso aprobó un plan de gastos por Q70 mil 796 millones.
El monto es similar al vigente, de Q70 mil 715.4 millones, pero menor a la propuesta que presentó el Minfin por Q72 mil 430 millones.
Retos
Juan Carlos Paredes, consultor fiscal, opinó que las expectativas de recaudación tributaria están por encima del crecimiento orgánico en la cobranza de impuestos, que en promedio es de 4%.
Otro impacto son los casos de corrupción que provocaron una baja moral del tributante en el 2015 por el caso la Línea.
Además, dijo que en el contexto actual se deben promover cambios en el Directorio de la SAT y superintendente, e implementar mecanismos de cruce de información y procesos automatizados.
“Las cifras son optimistas, pero para alcanzarlas se deberá de hacer un proceso de reestructuración profunda”, subrayó.
En esos términos coincide Érick Coyoy, ex viceministro de Finanzas, quien aseguró que una de las primeras medidas que deberá adoptar el nuevo gobierno son los cambios en la administración tributaria para garantizar su funcionamiento.
“Si la SAT no recupera sus capacidades, la recaudación continuará en terreno negativo y se quedará desfinanciado, como ocurrió en los últimos cuatro años”, afirmó.
“El nuevo gobierno deberá de retomar el debate de crear nuevos impuestos, como el cemento y la telefonía, porque las cifras de recaudación están muy optimistas para financiar el gasto”. Juan Carlos Paredes, consultor fiscal.
Paredes subrayó que, en todo caso, el nuevo gobernante deberá retomar la discusión de implementar nuevos impuestos, como los de telefonía y cemento, para mantener la caja fiscal y no entrar en un desfinanciamiento, como ocurrió en los últimos cuatro años.
Es la expresión anual de los planes del Estado elaborados en el marco de la estrategia de desarrollo económico y social, en aquellos aspectos que exigen, por parte del sector público, captar y asignar los recursos conducentes para su funcionamiento y cumplimiento de los programas y proyectos de inversión.
Transparencia
Para Coyoy, el nuevo gobierno deberá mostrar mayor eficiencia en gasto y combate a corrupción.
“Las asignaciones de gasto para los ministerios son limitadas. El nuevo gobierno trabajará con los montos mínimos”, advirtió Coyoy.
Paredes agregó que aunque el monto del presupuesto sigue siendo moderado y conservador, el 90% ya esta comprometido por las asignaciones constitucionales, por lo que se debe mejorar la calidad del gasto.
El margen de maniobra del nuevo gobierno para hacer modificaciones en el presupuesto no supera el 10%, afirmó Paredes.