“Protejan nuestra casa común”, “Justicia climática”, podía leerse entre los carteles de los manifestantes en las calles de Manila. En Bangladesh, uno de los países más pobres de Asia amenazado por crecidas e inundaciones, unas cinco mil personas reclamaron una acción inmediata, y otras tantas se manifestaron en Brisbane, en Australia.
Decenas de miles de manifestantes eran esperados en numerosas marchas en otras ciudades asiáticas y también en Johannesburgo y Edimburgo. El domingo se convocaron movilizaciones en Seúl, Londres, Madrid, Río de Janeiro, Nueva York y México D.F., entre otras ciudades.
Unos 150 jefes de Estado y de gobierno participarán este lunes en la cumbre del clima en Le Bourget al norte de París, a la que asistirán unos 40 mil participantes, entre ellos 10 mil delegados de 195 países, además de científicos, observadores, periodistas y visitantes.
Barack Obama (Estados Unidos), Xi Jinping (China), Ángela Merkel (Alemania), Dilma Rousseff (Brasil) o Enrique Peña Nieto (México) figuran entre los líderes esperados.
El objetivo de la conferencia es limitar el calentamiento a dos grados centígrados respecto de la era preindustrial, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático.
Avances seis días antes
Señal de que el tiempo apremia para alcanzar un acuerdo antes del fin de la conferencia el 11 de diciembre, el canciller francés Laurent Fabius convocó a los delegados a reunirse a partir del domingo, un día antes de los previsto, para comenzar a preparar las negociaciones.
Tras la inauguración oficial el lunes por los jefes de Estado, los delegados retomarán las negociaciones el martes antes de ceder la posta a los ministros de Medio Ambiente o Energía encargados de sellar un acuerdo en la recta final de la última semana.
150 jefes de Estado y de Gobierno participarán en cumbre.
En una entrevista que publica este sábado el diario británico The Guardian, Fabius dijo que intentará que en la primera semana los 195 países representados allanen sus principales diferencias en los distintos temas seis días antes del fin de la COP21.
“La primera semana estará dedicada a reducir el número de opciones en el borrador”, dijo Fabius.
“Les pediré que para el próximo sábado al mediodía me transmitan el texto, y a partir de allí veremos qué procedimiento seguir. Obviamente, espero que una mayor cantidad de opciones hayan quedado resueltas”.
Activistas detenidos
Tras los atentados yihadistas del 13 de noviembre que causaron 130 muertos y 350 heridos, Francia decretó el estado de Emergencia, reforzó el control de sus fronteras y desplegó fuerzas de seguridad en los puntos sensibles.
Unos 10 mil efectivos de las fuerzas de seguridad fueron desplegados en París para proteger la COP21, de los cuales dos mil 800 fueron destacados en el lugar mismo de la conferencia, organizada en el parque de exposiciones aeronáuticas de Le Bourget, donde se montó para la ocasión una pequeña “ciudad verde” de 16 hectáreas.
Las autoridades prohibieron las manifestaciones en París y otras ciudades de Francia. El ministerio del Interior indicó que 24 activistas había sido colocados en detención domiciliaria hasta el 12 de diciembre.
Desde el 13 de noviembre, casualmente horas antes de los atentados, Francia efectúa controles en sus fronteras, e impidió entrar en su territorio a unas mil personas “por el riesgo que podían representar para el orden público y la seguridad de nuestro país”, dijo este sábado el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
La utilización fuera del ámbito de la lucha antiterrorista de las disposiciones del estado de emergencia –que permite allanamientos sin orden judicial y detenciones domiciliarias — fue denunciada por la Liga de los Derechos Humanos.
El presidente francés Franois Hollande aclaró que la COP21 no será “una reunión internacional contra el terrorismo” aunque admitió que son temas que están vinculados.
Bloqueos
Varios activistas bloquearon hoy en Fráncfort (oeste de Alemania) el tren especial fletado para que la delegación germana, encabezada por la ministra de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, viajara a París para participar en la cumbre del clima.
Según informaron a través de las redes sociales varias de las organizaciones y de los periodistas que viajaban en el convoy, dos activistas se encadenaron a las vías en la estación de Fráncfort, donde se había previsto una parada, tras partir a primera hora de la mañana de Berlín.