En la reedición de una de las semifinales del pasado año, el de Basilea tuvo esta vez menos problemas para batir a un Wawrinka que tuvo opciones en el primer set, en el que llegó a desperdiciar una ventaja de 4-2.
Aferrado a su excelente servicio -76 por ciento de puntos retenidos con su primer saque- y a su gran volea, Federer acabó llevándose la primera manga por 7-5 en poco más de 30 minutos.
Aguantó poco Wawrinka en el segundo set, ya que en el segundo juego vio como Federer rompía y ganaba su servicio para colocarse 3-0 arriba.
Intentó remar ante un Federer muy seguro, que mató el partido con un juego en blanco tras un último revés que Stan envió directamente fuera.
Así, bajo la atenta mirada de los exfutbolistas David Beckahm, que acudió con sus hijos, y Thierry Henry y del actor Hugh Grant, Federer selló por la vía rápida su paso a su décima final del Masters.
La de este sábado es la victoria número 18 de Federer sobre su compatriota en los 21 partidos que han disputado, cuatro de ellos en este 2015. En sus anteriores enfrentamientos este curso, el número tres del mundo ganó en semifinales de Roma y en semifinales del Abierto de Estados Unidos, mientras que Stan lo hizo en cuartos de Roland Garros, torneo que acabó levantando.
Roger, que está a un triunfo de acabar el año como número dos del ránking, reeditará ante Djokovic la final que no pudo jugarse el año pasado, ya que el suizo se retiró por lesión.
“Ha sido un gran partido, lo he disfrutado mucho. El final perfecto solo se producirá si gano mañana. Novak hizo un gran encuentro ante Rafa y estoy seguro de que la final de mañana será espectacular”, dijo todavía en pista Federer.