“Esta decisión se produjo tras los ataques en París y se ha tomado porque estos juguetes se parecían mucho a las armas de fuego reales”, indicaron los representantes de la compañía. Sin embargo, no se comunicó si la medida es temporal o permanente, pues se da a escasas semanas de la Navidad.
“Estos juguetes podrían ser malinterpretados como armas reales y podrían ser una fuente de confusión para los cuerpos de seguridad”, manifestó la misma fuente.
Una medida similar se adoptó en el Reino Unido en 1996, luego de la matanza de varios menores en Dunblane, Escocia. Thomas Hamilton segó la vida de 16 niños de cinco años con varios disparos.
En ese entonces, distintos almacenes se sumaron a retirar de sus estanterías todas las armas de juguete.