El astronauta Charles Conrad lleno de gozo exclamó: “Qué hermosura”, mientras Alan Bean dijo: “Estamos en forma”, luego pasaron revista y dieron los últimos detalles de la lista de operaciones.
“Creo que estamos en un sitio mucho más polvoriento que el de Neil” dijo Conrad al referirse al lugar donde alunizaron los austronautas Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin con el “Aguila” de Apolo, el 11 de julio de 1969.
Dos más en la Luna
Conrad y Bean llegaron una mañana de 1969 la superficie de la Luna, para convertirse así en tercero y cuarto ser humano que visitan el escarpado y hostil cuerpo celeste.
Charles Conrad y Alan L. Bean junto a su vehículo lunar “El Intrépido” llegaron hasta un punto situado en la orilla oriental de la vasta llanura conocida como Océano de las Tormentas, para comenzar una estancia de 31 horas y media y realizar varios experimentos .
El programa contaba con dos expediciones a pie sobre el polvoriento suelo lunar, con un total de siete horas, que constituyeron la primera exploración científica extensa de la Luna.
El “Intrépido” se posó sobre la superficie en horas del amanecer lunar y el Sol naciente creaba sombras largas sobre el terreno, tal como ocurrió durante el descenso del Apolo 11, el 20 de julio de 1969.
En su alunizaje sin precedentes, los astronautas del Apolo 11 pasaron solo dos horas y media ?caminando en la Luna, pero demostraron con ello que era posible descender allí, y regresar a la Tierra, con lo que allanaron el camino al Apolo 12.
Fuera del alcance de la vista, donde fue el alunizaje del “Intrépido“ se encontraba Richard F. Gordon, quien pi- loteaba la nave madre “Yankee Clipper” en su órbita solitaria, a la espera del regreso de sus compañeros.
Alunizaje
El viaje tenía por objeto un cráter donde una cápsula Surveyor sin tripulación había descendido hace dos años y medio.
Llegar hasta ese aparato es uno de los propósitos de la segunda caminata por lo que e esperaban que retornaran a la Tierra pedazos del Surveyor y para ver cómo una permanencia prolongada en la Luna afecta al metal manufacturado por el hombre.
Segundo alunizaje
Los astronautas de la misión Apolo 12 hicieron inventario de unas pequeñas molestias, entre ellas una congestión en la cabeza de Alan Bean y una tormenta en el Sol.
Mientras los astronautas dormían el control de misión anunció que seguía vigilando una reducida tormenta solar que podría alcanzar a los astronautas con una radiación intensificada.
Añadió que no anticipaba que la tormenta constituyera un problema para la misión.
Añadió Bean: “Tengo un poco de congestión en la cabeza”.
“En realidad la ha tenido, desde el lanzamiento. No es resfriado nada de eso. Tengo los oídos destapados a veces, y a veces no”.
El control de misión consultó con el médico del vuelo y éste declaró que podía tomar unas píldoras que llevaban los astronautas.
Muchos astronautas han experimentado la congestión debido a la sequedad de las membranas nasales causada por el ambiente.
Con respecto a la tormenta solar, la erupción de gases y partículas en el Sol, se disipó en la superficie solar, según informo el control de misión
Los astronautas registran constantemente la radiación que reciben e informan diariamente? los médicos en el centro de control.
Los síntomas de una fuerte enfermedad provocada por la radiación son vómitos, diarrea, dolor de cabeza, un malestar general, pérdida de apetito, anormalidad sanguínea y destrucción de células en el cuerpo.
Tiempo a la ciencia
Los astronautas de la misión colocaron una bandera estadounidense y ubicaron una cámara de televisión de color. Los astronautas del Apolo 12 dedicaron todo el resto del tiempo disponible a tareas científicas en su primera caminata por la Luna.
La excursión lunar comenzó cuando Conrad salió por la escotilla de la nave auxiliar de descenso; luego, hubo una segunda caminata cuando Conrad y Bean llegaron hasta la nave “Surveyor 32” que estaba en la superficie lunar adyacente.
La primera transmisión de te levisión en color comenzó al tiempo que Conrad, de pie en una escalera, abrió el compartimiento en que está instalada la cámara.
El comandante del Apolo 12 dedicó seis minuto para familiarizarse con la escasa gravedad lunar, dando saltos y probando su equilibrio. Utilizando una pala con un mango extensible, Conrad recogió una muestra de roca y tierra, la cual trajeron a la tierra para ser examinada.
Regreso del Apolo 12
El regreso no tuvo inconvenientes, aunque en el descenso de Yankee Clipper, aparentemente golpeó una ola provocando que se saliera de lugar la cámara de de 16 mm que golpeó a Bean en la frente, ocasionándole una breve pérdida de conocimiento y una herida que necesitó sutura. Luego, fueron llevados para que comenzaran la cuarentena, la cual consistió en estar dentro de una cámara especial para su recuperación.