De acuerdo con la denuncia de la víctima, el 2 de octubre de 2014 un hombre con arma de fuego llegó a su negocio en la zona 1 de Xela y le entregó un teléfono celular y le dijo que tenía que contestar las llamadas.
Añade que el comerciante no obedeció, por lo que recibió mensajes intimidatorios, en los que le indicaban que matarían a uno de sus hijos ante su negativa de colaborar.
Agrega que cuando la víctima acudió a las autoridades correspondientes, entregó el celular a un investigador, quien luego de una negociación logró que el pago fuera de Q30 mil y no de Q100 mil como pretendían los delincuentes.
De acuerdo con la acusación del Ministerio Público (MP), el dinero debía ser depositado en dos cuentas bancarias, una de estas a nombre de Cleidy Sosa Reyes; sin embargo, después de haber efectuado la transacción, un hombre llamó por teléfono a la víctima para decirle que no había recibido el dinero y exigió la entrega en efectivo en la zona 3 de Xela.
Añade que a la referida zona acudió Rosal Gracias para recibir el paquete, luego le entregó el dinero a Sosa Reyes, momento en el que fueron detenidas por las autoridades.
La fiscalía del MP presentó el relato de la víctima y de los investigadores; además, del despliegue del registro de llamadas telefónicas del celular que le fue entregado al comerciante y las boletas de depósito.
Uno de los investigadores explicó que únicamente depositaron Q10 y Q20 en las cuentas bancarias y luego les explicaron a los delincuentes que había sido por un problema en el banco. Las condenadas están en libertad porque tienen medida sustitutiva hasta que la sentencia quede firme.