“Es un suceso raro, raro e inusual, que no comprendemos totalmente” dijo Max Coleman, del Royal Botanic Garden de Edimburgo, que fue quien reparó en los frutos.
“Se cree que si hay un cambio en el equilibrio de los componentes de tipo hormonal puede darse ese cambio de sexo. Uno de los factores detonantes podría ser el estrés medioambiental”, añadió.
De todos modos, el arbol parece sano, dijo Coleman, añadiendo que lo observarán estrechamente para ver si hay más cambios.