“La importancia de utilizar estos productos es fundamental para la seguridad alimentaria de los guatemaltecos”, indicó Guillermo Pineda, coordinador de la Comisión de Plásticos de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport).
Otros de los objetivos de dicha técnica son el uso racional del agua, cosechas más limpias, evitar la pérdida de suelos por erosión y darle mayor precocidad al cultivo por aumento de fotosíntesis.
El director del Comité de Plasticultura, Netzer Castillo, indicó que al crear ambientes controlados se asegura que factores climáticos, como humedad, temperatura, control de plagas y transmisión de luz, entre otros factores, sean controlados y permitan producir más y mejores alimentos.
“Por ejemplo, a campo abierto, en el cultivo de tomate se podrían tener solamente dos cosechas al año, pero utilizando plasticultura se pueden lograr cinco cosechas en dos años”, explicó Netzer.
De plástico se producen en el país.
uso en crecimiento
La producción bajo invernaderos se estima entre 50 mil y 75 mil hectáreas, de acolchado de suelos en 5 mil hectáreas, de riego por goteo alrededor de 2 mil 500 hectáreas y bolsas para bananos y plátanos unas 20 mil hectáreas, según datos de la comisión de Plásticos.
Los directivos informaron que los filmes para acolchados constituyen la segunda aplicación en importancia (luego de los invernaderos), por el volumen de los plásticos en las aplicaciones agrícolas.
El uso de la tecnología del plástico ha transformado tierras en apariencia improductivas en zonas rentables, y permite la ampliación y diversificación de cultivos, aseguró Pineda.
Según datos del sector, la industria del plástico local cubre alrededor del 80% solo de la demanda del agro nacional. El resto corresponde a importaciones procedentes de México, Colombia, España e Israel, entre otros países.
Hectáreas están bajo invernadero.
Guatemala produce al mes unas 2 mil 500 toneladas de plástico, que se usa en cultivos como el del melón, donde se cubre una superficie de seis mil hectáreas.
Los cultivos que han demostrado una buena o mejor rentabilidad al usar el acolchado son melón, tomate, sandía, fresa, arveja, papaya y otros de menor escala para exportación.
Mynor Orozco, productor de tomate. aseguró que la técnica de la plasticultura es indispensable para la siembra de este vegetal.
El productor recordó que el uso de plástico surgió al mismo tiempo que el riego por goteo, y se utilizaba principalmente para que el reflejo del plástico alejara la mosca blanca.
“Luego dejó de funcionar porque la mosca igual penetraba”, dijo Orozco. Reconoció que cuando no se usaba el plástico, el rendimiento era bajo.
“Actualmente, ningún productor siembra tomate sin plástico”, concluyó Orozco.
