Añadieron que las propuestas de los interesados serán evaluadas por ambas confederaciones y por el comité organizador del certamen en Estados Unidos, país ratificado recién el viernes como sede. Al informar que se mantenía en pie la Copa Centenario en canchas estadounidenses, las confederaciones afirmaron que implementarían “una estructura transparente y sólida de gobernabilidad para el manejo y la ejecución del histórico evento de fútbol”.
Apenas el miércoles, se allanó el camino para realizar el certamen, luego que las dos confederaciones rompieron su relación con la empresa Datisa, señalada en mayo por fiscales estadounidenses como una de las compañías que dieron millonarios sobornos a cambio de la venta de los derechos de transmisión televisiva y marketing de cuatro ediciones de la Copa América, incluyendo la especial Centenario.
Por la investigación iniciada en Estados Unidos, varios dirigentes de las dos confederaciones fueron detenidos en Suiza, por los delitos de sobornos y crimen organizado, entre otros.
La ruptura de la relación con Datisa abrió la puerta a la búsqueda de nuevos socios en materia de patrocinio y transmisiones.
En la Copa América Centenario, que se realizará del 3 al 26 de junio de 2016, participarán 16 selecciones: las 10 de Sudamérica y seis de la CONCACAF, incluidas las de Estados Unidos, México, Costa Rica y Jamaica.
Pero la realización del torneo concebido para conmemorar los 100 años de la Conmebol quedó sumida en la incertidumbre durante meses. Dos ex presidentes de la Conmebol —el paraguayo Nicolás Leoz y el uruguayo Eugenio Figueredo— han sido acusados en Estados Unidos de crimen organizado, sobornos y otros delitos.
Leoz está bajo arresto domiciliario en Paraguay y Figueredo permanece en Suiza, donde fue detenido el 27 de mayo pocos días antes de las elecciones presidenciales de la FIFA en una redada al comienzo de la peor crisis en la historia del fútbol. Estados Unidos ha solicitado la extradición de ambos dirigentes.
Los fiscales estadounidenses dijeron en mayo que la Conmebol alcanzó un acuerdo en 2013 con Datisa, una compañía recién fundada, para suscribir un contrato de US$240 millones por los derechos de la Copa América de 2015, 2019 y 2023. Añadieron que la Conmebol aceptó al año siguiente un acuerdo de 112,5 millones por la Copa América Centenario 2016.
Luego de anunciar el auto de acusación contra 14 dirigentes y empresarios, la fiscalía estadounidense indicó que, como parte de los acuerdos, Datisa aceptó pagar 110 millones en sobornos a dirigentes del fútbol sudamericano.