Por medio de publicaciones en prensa, Sandoval de Solé, decía: “Nena te esperamos para celebrar juntos” y acompañadas con una fotografía de Sandoval, se daba a conocer sobre el secuestro de la joven.
Las noticias daban cuenta que Sandoval había sido plagiada cuando regresaba de Antigua Guatemala. Ese día solo fue localizado el vehículo de la víctima.
“Estoy aquí para suplicarles a las personas que tienen a mi adorada Beverly que por favor me la devuelvan”, expresó. También dijo: “Quiero suplicarles que sus corazones se conmuevan y que por favor la liberen”.
La familia estuvo apoyada por varias personas, entre ellas Adela Torrebiarte, de la agrupación Madres Angustiadas; Eleonora Muralles, de Familiares y Amigos contra la Delincuencia y el secuestro, y Óscar Recinos, de Guardianes del Vecindario.
Richardson de Solé le envió un mensaje a su hija, que decía: “ Mi beba, si tú me estás escuchando, ten fe en Dios, porque Él no te abandonará y es Él quien nos da fuerza para superar estos momentos de angustia y tanto dolor”.
Negociaciones
El 30 de mayo de 1996, Sandoval Richardson regresaba de Antigua Guatemala cuando un grupo de hombres armados le interceptó el paso y se la llevó con rumbo desconocido.
A las 20 horas de ese mismo día los secuestradores se comunican con la familia para indicarle que se iniciarían las negociaciones para el pago del rescate.
31 de mayo
Los plagiarios hacen la segunda llamada para fijar con la familia la cantidad del rescate.
8 de junio
Los secuestradores piden una cantidad millonaria para dejar en libertad a Beverly.
5 de julio
Como prueba de que Beverly está en su poder, los secuestradores hacen llegar a la familia una carta escrita por ella.
6 de julio
Se llega a un acuerdo sobre el pago del rescate, el cual sería cancelado dos días después por el padre de Beverly, Julio Sandoval. Sin embargo, Beverly no regresa a casa.
12 de julio
Amigas de Beverly deciden colocar un anuncio en la sección de clasificados de Prensa Libre, el cual decía: “Necesito comunicarme contigo, llámame”.
31 de julio
Los secuestradores llaman a la familia para decirle que no había pagado completo el rescate.
1 agosto
Una nueva llamada; los secuestradores expresaron que en el paquete que debía contener el dinero solo había papeles.
1 septiembre
Los secuestrador se vuelven a comunicar con la familia para indicarle que en esa semana se terminaría con el secuestro.
5 de octubre
Se inicia una campaña de solidaridad con Beverly organizada por Madres Angustiadas; comienzan a colocarse listones rosados en diversos puntos de la capital.
24 de octubre
Luego de 148 días del secuestro de Beverly y sin ninguna respuesta positiva, a pesar del pago del rescate por su liberación, la familia hace un llamado a los secuestradores para que la liberen.
Inicia búsqueda
Bomberos y fuerzas de seguridad empiezan el 10 de febrero 1997 la búsqueda del cadáver de Beverlyl, en el barranco conocido como El Zope, en la carretera que comunica Bárcenas con Antigua Guatemala, Sacatepéquez. Una llamada anónima alertó sobre el hallazgo de los restos de la joven secuestrada, con resultados infructuosos.
Recinos, de Guardianes del Vecindario, anunció el 23 de octubre de 1997 que Beverly había sido asesinada por su secuestradores y que el cadáver que habría sido exhumado en febrero en el cementerio de Amatitlán podría tratarse el de Bevery. Para confirmarlo, los restos serían sometidos a pruebas de ADN.
Capturas
El 31 de octubre 1997, César Augusto Méndez Herrera, de 30 años, y Aris Méndez Grajeda, 62, hermano y padre de Rigoberto Méndez, alias Rigopiocha, son capturados, señalados de participar en el secuestro de Beberly y formar la banda de plagiarios La más sanguinaria, la cual habría amasado una gran fortuna producto de los secuestros, entre estos el del finquero Byron Ramiro Mejicanos.
Identifican a Beverly
El cadáver localizado en el barranco El Zope el 4 de noviembre 1996 fue identificado como el de Sandoval Richardson, luego de haber concluido la exhumación por segunda ocasión en el cementerio de Amatitlán.
Tres meses de debate
El 29 de mayo de 2000 inició el juicio contra 17 sindicados de haber participado en el secuestro y posterior asesinato de Beverly.
En este proceso 187 personas fueron llamadas a declarar, se reunieron 400 documentos, siete abogados actuaron como defensores de oficio y seis contratados fueron los que representaron a los acusados durante los tres meses del debate.
El Ministerio Público pidió la pena de muerte contra 12 implicados, ente ellos quince hombres y dos mujeres acusados de haber asesinado a tres víctimas secuestradas.
Durante la ultima intervención en el debate, Richardson de Solé, madre de Beverly dijo: “Ni una lágrima más, ahora solo quiero justicia”.
Juana viuda de Mendoza, familiar de uno de los secuestrados, también asesinado dijo: “Esta gente ya no se compone, pues aunque se cambie el físico, ya sea porque se escapen o salgan de la cárcel, sigue actuando igual”.
Procesados
Por el secuestro del finquero Gustavo Adolfo Carranza fue condenado Luis Adolfo Cuéllar.
Carlos Enrique Chun Choc y Douglas Montt Solórzano fueron condenados a muerte por el secuestro y asesinado de Beverly.
Salomón del Cid, Cristóbal Mendoza Tipaz, Carlos Enrique Rijopachí, Hamilton Alí Montt Solórzano, Baudilio Teodoro Ávila Lemus, Carlos Enrique Segura Contreras y César Leonel García Herrera fueron condenados a 50 años de prisión.
Roberto Paz y Pablo Sis Calel, purgan 20 años de cárcel. Todos fueron implicados en el secuestro y asesinato de la joven.
Clamor popular
El 29 de mayo de 1996, Prensa Libre dio a conocer sobre el incremento de secuestros de personas acaudaladas, las que, pese a pagar fuertes sumas de dinero, nunca fueron liberadas.
Los grupos que se dedican a este negocio ilícito llegaron a poseer grandes sumas de dinero producto de sus fechorías; además, pusieron en jaque al gobierno de Álvaro Arzú.
Mario René Cifuentes, quien fungía como viceministro de Gobernación, informó sobre la forma como operaban las bandas. La mayoría eran integradas por extranjeros que se dedicaban al robo de vehículos, secuestros y narcotráfico.
Proliferan secuestros
El 30 de mayo de 1996 se conoció de la conformación de dos grupos cuya principal fuente de ingresos era el secuestro.
Los delincuentes preferían que sus víctimas fueran de familias adineradas, para poderlas secuestrar y exigir grandes sumas de dinero a las familias; luego de varias negociaciones las dejaban en libertad.
Ese misma fecha, el pastor Samuel Mérida fue secuestrado por varios hombres armados, cuando se disponía a abordar su vehículo, el cual se encontraba frente a la iglesia Hermandad Presbiterianos Mayas de Guatemala, ubicada en el centro de Coatepeque, Quetzaltenango.
También se conoció otro hecho similar contra el transportista Omar Francisco Guzmán Urungaray, de 35 años, quien fue secuestrado en la carretera que conduce a Parramos, Chimaltenango. Sus secuestradores abordaron el autobús propiedad de la víctima a quien se llevaron con rumbo ignorado.
En Chiquimula se conoció del secuestro de Juan Ramón Portillo, hijo del candidato a diputado Ramón Portillo, y por quien pidieron una fuerte suma de dinero.
24 de septiembre 1996
Organizaciones pro derechos humanos, hicieron un llamado en esa fecha al gobierno de turno para que identificara y desbaratara las estructuras criminales.
Los secuestradores ponían sus condiciones y exigían a los familiares de las víctimas que colocaran varios mensajes en anuncios clasificados en los medios de comunicación impresos.
Los plagiarios intentaban desviar las investigaciones y evitar que pudieran dar con ellos.
Otro de los hechos más sonados y que conmovió a la sociedad guatemalteca fue el plagio de Isabel Bonifasi de Botrán, prominente empresaria guatemalteca secuestrada por la banda Los Pasaco el 16 de noviembre de 1996. Finalmente, De Botrán fue asesinada. Su cuerpo fue localizado en enero de 1997.
Banda del Canguro
Otra banda de secuestradores era liderada por Víctor Raúl Ibarra, alias el Canguro. Sus miembros eran reconocidos por la violencia con la que actuaban. Ibarra fue capturado el 3 de octubre de 1995, pero el 8 de marzo de 1996 se fugó de la cárcel. Fue recapturado en Esquipulas, Chiquimula, pero dio muerte a su custodio y volvió a fugarse.
Finalmente, murió en un aparente choque con la Policía, mientras mantenía de rehén a un joven, el 9 de octubre de 1996.
