Después de ser condecorada con la medalla de oro con la efigie de Asturias, Matute agradeció a sus mentoras Luz Méndez de la Vega y Margarita Carrera e instó a las escritoras a tomar la palabra como herramienta para documentar el tiempo.
Francisco Morales, de Editorial Cultura; escritora Carmen Matute; vicepresidente Juan Alfonso Fuentes Soria y viceministra Lucía Armas. (Foto Prensa Libre, Brenda Martínez)
“Las escritoras, que tuvimos el privilegio de una educación, debemos estar a la vanguardia para mejorar las vidas de las mujeres que viven en condiciones marginales debido a la pobreza e ignorancia”, dijo Matute e hizo un llamado a divulgar la literatura reivindicativa para visibilizarlas.
El premio, que se entregó por primera vez en 1988 al escritor Luis Alfredo Arango, consiste en una medalla de oro con la efigie de nuestro Premio Nobel, un pergamino y Q50 mil.
Palmarés
Autora de los títulos de narrativa El Cristo del Secuestro y Literatura testimonial, en coautoría con Elizabeth Andrade (2006), Matute es la quinta mujer en recibir la distinción.
La escritora nació en la Ciudad de Guatemala en 1944. Fue en la Universidad de San Carlos de Guatemala donde realizó sus estudios de licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana.
Entre sus libros de poesía destacan Vida Insobornable -2004-; En el filo del gozo -2002-; Casa de piedra y sueño -1997- Abalorios y Espejismos -antología, 1997-, Los designios de Eros -1994-, Ecos de casa vacía (1990), Poeta solo (1986) y Círculo Vulnerable (1981).
Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, sueco e italiano. Varias antologías fueron publicadas en Inglaterra, España, Francia, Italia, Estados Unidos, Suecia, Colombia, Venezuela, Argentina, Ecuador, Costa Rica y Guatemala.
En el 2013 sus escritos fueron reunidos en el Memoria intemporal del fuego, que publicó Editorial Cultura del Ministerio de Cultura y Deportes.
La escritora ha sido reconocida con la Medalla de la Orden Vicenta Laparra de la Cerda, que otorga la Asociación Cultural Vicenta Laparra de la Cerda, en abril del 2007.
También recibió el Premio único en la rama de cuento de los Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango, en el 2006. Diez años antes, la Municipalidad de Quetzaltenango junto con la Casa de la Cultura de Occidente le dedicaron el Certamen de Literatura Joven.