El embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, dijo al consejo que el tema de la protección “se ha vuelto más urgente que antes” debido a lo que describió como la agresión israelí “contra nuestro indefenso pueblo palestino”, incluso en el lugar en Jerusalén donde se encuentra la mezquita de al-Aqsa, el tercer sitio más sagrado del Islam, y el antiguo Monte del Templo, el sitio más sagrado del judaísmo.
Mansour solicitó al consejo que ponga en marcha la resolución aprobada en 1994 después de que un poblador judío matara a 29 creyentes musulmanes en un sitio sagrado en Hebrón.
El embajador pidió a Israel que “garantice la seguridad y protección de los civiles palestinos en todo el territorio ocupado”, incluso mediante el despliegue de “una presencia temporal internacional o externa”, y que desarme a los pobladores israelíes.
Sin embargo, el nuevo embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, reiteró el compromiso del primer ministro Benjamin Netanyahu de no modificar el estatus quo en el lugar y dijo a la Prensa antes de la sesión de emergencia que “Israel no acepta ninguna presencia internacional en el Monte del Templo”.
Danon dijo que “cualquier intervención de ese tipo infringiría la situación que ha imperado en el lugar durante décadas” .
Taye-Brook Zerihoun, secretario general adjunto de la ONU para asuntos políticos, dijo al consejo que la prolongada ocupación de territorio palestino por parte de Israel y la disminución de las perspectivas para la concreción de un Estado palestino “han transformado la indignación palestina en rabia”.
El embajador francés ante la ONU, Francois Delattre, afirmó que es crucial que no fracase la solución de dos Estados ante el peligro de que extremistas del grupo Estado Islámico “pudieran algún día enarbolar la causa palestina, con las consecuencias que podemos imaginar”.
Francia elabora una declaración para el consejo en la que se hará un llamado a la calma y la moderación a todas las partes, y preserva el estatus quo en el sitio religioso en Jerusalén, agregó.
