Economía

Tarjetas hechas de maíz podrían usarse en Guatemala

Las tarjetas de débito o crédito biodegradables que son hechas de maíz, podrían llegar a Guatemala, informaron los directivos de la empresa que las fabrican a nivel mundial, Gemalto.

Con los avances tecnológicos también ingresaría al país el sistema contactless, es decir aquellas con las que es posible realizar una transacción  electrónica sin “soltar el plástico”.

Estos avances están disponibles en el mercado y podrían llegar a Guatemala en los próximos meses, informó Dimas Gómez, director de campo para Latino América de la firma Gemalto, quien estuvo de visita en el país esta semana.

Esa tecnología forma parte de la nueva producción de la empresa que dentro de su preocupación por la sostenibilidad decidió hace tres años embarcar a un equipo de investigación en la producción de una tarjeta completamente biodegradable y amigable con el ambiente.

“Seguíamos pensando en qué podríamos hacer con nuestros productos pues las tarjetas  básicamente están hechas de componentes de hidro carburos o plásticos ya sea de PVC (Policloruro de Vinilo),  o de PET (Tereftalato de Polietileno),  por lo que un equipo de especialistas se dedicó al desarrollo de  una alternativa realmente ecológica”, dijo Gómez.

Según el ejecutivo de Gemalto, lo que hasta entonces había en el mercado eran  tarjetas de PVC reciclado o tarjetas de PET, también recicladas, pero no existía algo biodegradable que realmente no contaminara el ambiente cuando se termine su tiempo de uso.

De maíz

La nueva tarjeta ecológica de Gemalto está hecha a base de PLA (Acido Poliláctico), un derivado del maíz, que puede ser reutilizado casi el 100 por ciento  pudiéndose reutilizar hasta por 5 veces.

Según Gómez, el micro chip es lo único que se salva de ser reciclado pues el mismo está hecho con una gota de oro que se pega por medio de un pegamento de silicona. Otro componente que no se puede reciclar es la banda magnética

Hay que tomar en  cuenta, dice Gómez, que para ser  completamente ecológicas las tarjetas no deben tener  ningún recubrimiento metálico que usualmente  proporciona un acabado brillante, por lo que usualmente los colores son menos firmes.

Aunque la tarjeta fue lanzada al mercado en agosto último, en América Latina ya existen dos proyectos. Mientras que en el resto del mundo hay una decena más. En México  el CI Banco decidió entrar de lleno en la tendencia, mientras que en República Dominicana el Banco Popular también lanzó al mercado su Visa FCB Escola.

El banco austriaco Raiffeisen fue el primero en adoptar en 2012 esta tecnología sustentable de Gemalto.

Según Gómez,  la complejidad de los materiales que se emplean eleva el costo de la tarjeta por encima de las de PVC, lo que podría ser un obstáculo a considerar por algunas instituciones bancarias.

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