Las tareas de rescate comenzaron de inmediato. Vecinos con herramientas de mano intentaron ubicar tras el alud el rastro de sus viviendas para intentar sacar a su familia y vecinos. Los cuerpos de socorro llegaron minutos después para sumarse a la búsqueda.
Las cifras oficiales dan cuenta de 31 personas muertas y unas 450 más desaparecidas, al menos 125 viviendas dañadas y un área de 17 mil 600 metros cuadrados declarada en riesgo y deshabitada como medida de prevención, de acuerdo con datos oficiales hasta la noche del viernes.
Durante las últimas horas del jueves y madrugada del viernes, los socorristas con ayuda de vecinos lograron rescatar entre los escombros a una persona con vida, 25 más con golpes al intentar huir del alud y ya se confirmaba la muerte de cuatro vecinos. A las 2 horas del viernes la búsqueda se suspendió por el riesgo latente de otro derrumbe, a la espera de que el sol y el buen clima ayudara.
Durante la mañana de hoy se sumó a las tareas de búsqueda las brigadas de rescate de Bomberos Voluntarios y Municipales, se instaló un Centro de Coordinación de Emergencias encabezado por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y también una morgue para facilitar la identificación de los cadáveres.
En busca de sobrevivientes
Con ramas de árboles, pedazos de lámina y trozos de madera, vecinos ayudaron durante todo el viernes a los socorristas a cavar en busca de sobrevivientes. La municipalidad de Santa Catarina Pínula habilitó un albergue para los afectados.
Las tareas de búsqueda se extendieron ininterrumpidamente hasta las 20 horas, gracias que la lluvia no se hizo presente, hasta que finalmente se suspendió el rescate por el riesgo para los socorristas.
Alrededor del medio día, socorristas lograron rescatar entre los escombros a Rony Ramos De León, de 45 años, sobreviviente de la tragedia, fue llevado a la emergencia del Hospital Roosevelt donde falleció horas después a consecuencia de graves heridas internas.
De acuerdo con Sergio Cabañas, de la Conred, por norma internacional se establece hasta un máximo de 72 horas de esperanza de vida para una persona soterrada, siempre que tenga acceso a agua potable y oxígeno, por lo que no descartó que este sábado aún puedan localizar a alguna persona viva.
Decenas de organizaciones y entidades privadas abrieron centros de acopio para recolectar víveres para los damnificados, restaurantes de comida rápida enviaron raciones de alimentos para los voluntarios y rescatistas que participaban de las tareas.
La comunidad internacional también se manifestó y ofreció asistencia humanitaria ante el desastre. Entre ellos, la cancillería cubana puso a disposición del país un grupo de médicos para atender a los damnificados.
Noche triste
Entrada la noche solo la PNC y el Ejército quedaron en la zona del impacto para resguardar maquinaria y equipo empleado para la labor de rescate, en tanto que en la morgue improvisada acudían familias para reconocer los cuerpos de sus seres queridos.
Las víctimas
Se contaban 30 víctimas mortales a consecuencia del alud hasta este viernes a las 20 horas, cuando se suspendieron las tareas de rescate, 23 de ellos identificados.
- Victoria Esmeralda Mejicanos, 23 años.
- Jennifer Pérez, 17 años.
- Hermelinda Cumero, 61 años.
- Quani Bonilla, 18 años.
- Édgar López Valenzuela, 51 años.
- María Fernanda López, 20 años.
- Maciel Alejandra López, 23 años.
- Ángel Efraín González López, 2 años.
- Iris Albertina Pu, 25 años.
- Rodrigo Sebastián Gudiel Pérez, 3 meses
- Santiago Sebastián Gudiel Pérez, 3 meses
- Maritza Aquino, 50 años.
- Pamela Jerónimo, 16 años.
- José Jonathan Aquino, 38 años.
- Manuel de Jesús Sandoval, 62 años.
- Octavila Bardales, 55 años.
- Mariela Catalina Cuyuch, 22 años.
- Noemí García, 2 años.
- Anderson Salazár González, 5 años.
- Alejandro Miranda, 4 meses.
- Tania García, 31 años.
- José Sandoval, 17 años.
- Estefani Sandoval, 11 años.
- Rony Ramos De León, 45 años.
Tragedia anunciada
El presidente Alejandro Maldonado reconoció que la Conred ya había emitido dos análisis y declarado inhabitable el área por el alto riesgo de deslizamientos, la primera advertencia se efectuó en 2009 y una última el año pasado, sin embargo nunca se intentó trasladar a un lugar más seguro a los cientos de familias.
Maldonado también giró ordenas al ministerio de Finanzas Públicas para atender los requerimientos de la Conred, de manera que no se frenen las tareas de búsqueda y rescate y los trabajos posteriores.
Ubicación
El Cambray está cercana a la 20 calle de la zona 10 capitalina.