CATALEJO

Decisión inevitable de Manuel Baldizón

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EL PANORAMA POLÍTICO cambió radicalmente a causa de la acertada decisión tomada por Manuel Baldizón, quien en esa forma entierra su carrera política. Haber anunciado su salida casi en secreto, a través de una radio, no con una reunión pública, encaja con las expresiones de los últimos días, incluso un poco antes de la elección, cuando se evidenció la posibilidad de lo impensable para él: ocupar el tercer puesto y con ello quedar fuera de la segunda vuelta. Al decidir —erróneamente, otra vez— gritar fraude, la reacción general fue contraproducente, incluso en sus propios cuadros internos. Se escondió, quiso sin éxito mantener la fidelidad de sus allegados, quienes filtraron a la prensa dos reuniones. Debió salir por la puerta trasera.

SE DEBE ENTONces analizar cuáles son las consecuencias. El principal beneficiado inmediato es el Tribunal Supremo Electoral, porque al no aceptar el dimitente participar en la segunda vuelta comicial, aun cuando fuera declarado oficialmente en el segundo puesto, desapareció la presión sobre el TSE. La tardanza en dar los resultados oficiales, pasados largos ocho días de los comicios, abrió una mella en su credibilidad, arreglada cuando ayer dio los datos finales, con una diferencia de 17,904 votos (apenas el 0.37%). La dimisión voluntaria, aunque haya sido por capricho, ya es conocida nacional e internacionalmente, y ello obliga a Baldizón a llenar los requisitos legales de retiro y a impedir un posible regreso por “petición” de sus votantes.

EL PARTIDO LÍDER CO- mienza su talvez muy corto camino a la desaparición. Ya se fue el dueño, realmente no hay un heredero, muchos de los diputados, tránsfugas, se irán a otros partidos, por razones económicas o politiqueras. Este fenómeno será notorio también en los 131 alcaldes lideristas de todo el país, pues debido a la necesidad de estar de buenas con el gobierno, solo esperarán el resultado de la próxima elección para dejar la naufragante barcaza roja. En este partido se está repitiendo lo ocurrido con otras agrupaciones politiqueras bautizadas con el nombre de partidos políticos guatemaltecos: apenas aguantan dos elecciones. El Partido Patriota se desintegró mientras era partido oficial, y el Líder se hunde antes de gobernar.

MANUEL BALDIZÓN PA- rece ser el último de los políticos-patrones-caporales de una agrupación política. A consecuencia de los imparables cambios en las reglas de la ley electoral, serán otros los requisitos para crear un partido, elegir diputados y aspirar a cargos de elección popular. El TSE deberá dejar de ser un tigre de papel, como es ahora. Lo ocurrido a quien acaba de salirse voluntariamente de la política enseña además lo equivocado de considerar positivo para una causa el derroche gigantesco de dinero al colocar por todos lados la cara de un aspirante y su nombre con letras de cinco metros de alto en las laderas de las montañas. Hastía y causa sospechas el origen de los fondos. En Mixco, otro ejemplo, la presentación de una cantante mexicana al cierre de la campaña de Otto Pérez Leal lo sepultó en las elecciones.

CUANDO SE PUEDA HACER un mejor análisis, debido al paso del tiempo, tanto quien lo realice como el propio Baldizón podrán entender la magnitud de los errores: en usar lemas equivocados de campaña, desafiar las leyes, crear medios propagandísticos en radio o prensa escrita, esconderse de los debates, actuar de manera triunfalista, mentir abiertamente a los ciudadanos, a votantes y a la prensa nacional e internacional, viajar a Washington para quejarse, pero sobre todo en considerar simpatizantes a los acarreados. Debe también explicar a los 930,809 votantes a favor suyo por qué renunció. Al fin y al cabo, para ellos esa actitud es una traición, anunciada al enterarse de la confirmación de su derrota. Irse a casa es entonces la única posibilidad.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.