Según el Barómetro para las Américas 2019, para los guatemaltecos si bien “aumentó la preocupación por la economía y la política, la seguridad continúa siendo el problema más grave del país”.
Si bien se redujo la victimización, hoy 1 de cada 5 guatemaltecos ha sido víctima, la percepción de la inseguridad en el barrio aumentó desde el 2012 de 31.5% a 52.5% en el 2019.
Contrastándolo con la situación del índice de denuncias, la percepción es opuesta a la disminución de los hechos delictivos, en particular la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, que en el 2012 fue de 34.2 y en el 2018, de 22.4.
¿Qué pasa entonces? La inseguridad como percepción está determinada por varios factores, uno de los más importantes es cómo perciben las personas la acciones del Estado a través de sus instituciones, la generación de condiciones para su seguridad y sus bienes. En este sentido identificamos algunos desafíos para la gestión de la seguridad 2020-2024.
1. En la Policía Nacional Civil un retorno a la institucionalidad debilitada en el último año y medio, enfocándose principalmente en regular, revisar y documentar todos los procesos de los ascensos dentro de la carrera policial; lo que implica el desarrollo de un nuevo modelo de gestión, que involucre planificación, asignación de recursos, compras y adquisiciones vinculadas con la disminución de índices delictivos.
2. En el Sistema Nacional de Inteligencia, clave para la anticipación del delito y la generación de planes y estrategias de seguridad, formular la doctrina de Inteligencia de Estado en el plano estratégico, de combate a la criminalidad y en materia militar. Creando mecanismos e instrumentos adecuados para la facilitación oportuna de productos de inteligencia a los tomadores de decisiones, esto se logrará reglamentando su funcionamiento.
3. En materia de investigación criminal, tarea del Ministerio Público y la PNC, formular una agenda de priorización de los delitos de mayor impacto a la población. Lo que apremiará organizar y fortalecer la investigación criminal a través de unidades especializadas y articuladas entre las entidades competentes en la materia.
4. En el Sistema Penitenciario readecuar la infraestructura carcelaria, construir nuevos espacios para cumplimiento de condena bajo el Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria; retomando su implementación se lograrán cambios en la administración de los centros carcelarios, la rehabilitación y atención a los privados de libertad. Diseñar e implementar la carrera penitenciaria, que incluya una estructura jerárquica con ascensos basados en el mérito, lo que hace necesario fortalecer las unidades de control interno.