En el cateo de la residencia participaron el fiscal de la Unidad de Casos Especiales del MP, Rafael Fernando Mendizábal y el juez de Paz de Mixco, Alfredo Scheel, además de investigadores del MP, elementos de la G-2, agentes de la Policía Nacional, PN; elmentos del Quinto Cuerpo, así como la Policía Militar Ambulante, PMA.
Después de más de cinco horas de registro en la lujosa residencia del comerciante Moreno Molina, el juez Scheel dijo que se efectuó el registro domiciliario en virtud de considerarse que existían evidencias acerca de contrabando y evasión fiscal.
Scheel expresó que ordenó la detención del comerciante Moreno por las evidencias encontradas en el lugar, pero que él es inocente hasta que no se compruebe lo contrario, por lo que después de haberlo indagado en el juzgado de Mixco, ordenó su detención. Sin embargo, Moreno fue recluido en un hospital privado por quebrantos de salud, bajo fuertes medidas de seguridad.
Según un fiscal del MP quien pidió mantener su nombre en el anonimato, el comerciante Moreno Molina, quien trabajó en el Estado Mayor Presidencial durante el Gobierno de Jorge Serrano Elías, es sindicado de ser responsable de una millonaria evasión fiscal que sobrepasa los Q90 millones anuales, robo de furgones y tráfico de influencias, por lo que siempre ha estado protegido por algunos militares.
Militares involucrados
El MP tomó como pruebas, además de cédulas falsificadas, un equipo de computación, así como un fólder con documentos en donde aparecían los nombres de tres generales y dos coroneles. Los documentos fueron trasladados bajo estrictas medidas de seguridad por investigadores del MP y PMA para una exhaustiva averiguación, ya que según el MP en las acciones ilícitas que realizaba Moreno Molina, hay involucrados altos jefes militares, policías, trabajadores de Aduanas y otros funcionarios.
La residencia de Moreno estaba cuidada por más de diez guardias privados, y contaba con un sistema de vigilancia con circuito cerrado. Dentro del inmueble había dos vehículos valorados cada uno con más de Q300 mil, así como otros tres en la casa de enfrente, la cual servía como bodega y habitación de los guardaespaldas de Molina, quien era investigado desde hacía varios meses por el MP.
“Soy inocente”
Moreno afirmó que era inocente de los cargos que se le imputaban, y prueba de ello es que lo detuvieron solo por una cédula que encontraron en su casa, por lo que, según dijo, buscaban únicamente perjudicarlo a él y a Alfonso Portillo, a quien acompañó en varias giras que realizó durante la campaña presidencial que desarrolló el partido Frente Republicano Guatemalteco (FRG) en las elecciones de 1995.
“Yo no soy ningún capo de bandas, porque tendría que ser un hombre superpoderoso”, enfatizó Moreno, quien relató que solo buscan dañar la imagen del FRG y de Portillo, porque no hay motivos para su detención. Agregó que en la documentación encontrada en su casa hay nombres de militares, “yo tengo como 200 amigos militares, y tengo un negocio propio, el cual consiste en una fábrica de cerámica”, dijo, por lo que sus abogados comprobarían su inocencia.
Por su parte, Lucy de Moreno refirió que la detención de su esposo es un show político montado por el gobierno del presidente Álvaro Arzú, para perjudicar a su esposo y a Portillo, quien es un líder en el país y a quien solo tratan de dañar. “Mi esposo tiene muchos enemigos de arriba, y los archivos que se llevaron contienen papeles personales y del negocio. Lo buscan por robar furgones, pero esos ladrones están dentro del Gobierno, allí es donde deben buscar, agregó.
En el juzgado de Mixco se informó que Moreno fue detenido por uso de documentos falsificados y falsedad material, y sujeto a investigación por contrabando y evasión fiscal.
La red de contrabando de Moreno era denominada “Salvavidas” e integrada, entre otras personas, por abogados, funcionarios y empleados públicos, políticos y periodistas. Este grupo operó desde 1978 hasta 1996 y evadió al fisco por más de Q2 mil millones, por medio de una organización que ingresaba en el país mercadería procedente de Panamá sin pagar los impuestos respectivos.
Juicio y muerte
Moreno permaneció cinco años en prisión en el Preventivo de la zona 18 y salió libre al pagar una fianza de Q1 millón. En 1998, el Tribunal Quinto de Sentencia lo absolvió por no haber encontrado pruebas de defraudación tributaria en su contra. Sin embargo, en septiembre de 2009 enfrentó juicio por los delitos de contrabando aduanero, defraudación aduanera en forma continuada, falsedad material y cohecho activo. La audiencia del juicio tardó unos 13 años por los numerosos recursos que presentó la defensa.
Junto a Moreno fueron sindicados Santos Hipólito Reyes, Óscar Rolando Chávez, Carlos Hernández García y Eusebio Pérez Chávez de integrar la estructura de defraudación y en la investigación fueron señalados el coronel Jacobo Salán Sánchez, asesor de seguridad del ex presidente Portillo, encontrado culpable por desfalco en el MInisterio de la Defensa; y los generales Francisco Ortega Menaldo, Horacio Soto Salán, Héctor Letona Hora y Manuel Antonio Callejas; sin embargo a éstos últimos no se encontraron pruebas que sustentaran la acusación.
Tras un año de juicio fueron condenados a cuatro años de prisión Moreno, Chávez y Reyes, quienes fueron encontrados culpables por caso especial de defraudación y se les otorgó medida sustitutiva, misma que cumplieron para evitar la cárcel.
El 7 de febrero de 2013, Moreno Molina falleció a consecuencia de un paro cardiaco.
Vínculo con “La Línea”
El apellido Moreno trascendió nuevamente en abril de 2015 con el descubrimiento de la red de defraudación aduanera denominada “La Línea” conformada por funcionarios de la Superintendencia de Administración Tributaria, personal de aduanas e incluso el ex presidente Otto Pérez Molina, y la ex vicepresidenta Roxana Baldetti Elías.
En noviembre de 2013 la publicación de un matutino local vinculó al ex secretario de Roxana Baldetti, Juan Carlos Monzón Rojas, actualmente prófugo e integrante de “La Línea”, con una banda de robacarros que protagonizó un tiroteo en la calzada Roosevelt. Monzón Rojas viajaba supuestamente en un carro robado junto a Mario René Orellana, José Moreno Serrano y Byron Moreno Molina, estos últimos familiares de Moreno Molina. Monzón negó los señalamientos, ya que el caso fue sobreseído, aunque reconoció que conocía a los famliares de Moreno Molina y que desconocía el pasado del fallecido contrabandista.
En abril de 2015 la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y el Ministerio Público dio a conocer a la estructura “La Línea”, que operaba en las aduanas del país. Entre sus integrantes se encuentra Francisco Javier Ortiz, alias “Teniente Jerez”, lugarteniente de Moreno Molina y quien declaró como testigo en contra de su jefe en mayo de 1999. Indicó que Moreno Molina era una persona influyente en círculos de poder, derivado del trabajo que desempeñaba en las aduanas durante la década de 1980.