Después de celebrar el triunfo del pueblo de Guatemala y del sistema de justicia con la detención y el ligar a proceso a Roxana Baldetti y Otto Pérez, el pueblo de Guatemala tiene un segundo elemento para celebrar, este es que para las próximas elecciones se eliminó la amenaza que presentaba el partido Líder y se generaron verdaderas alternativas de voto con dos candidatos y partidos significativamente diferentes.

También tenemos otro elemento para celebrar, y es que Líder no solo no llegara al primer lugar que tanto había anunciado, sino que ni siquiera quedara en un segundo lugar que le permitiría ser una de las opciones para la segunda vuelta. Esto es un paso muy importante que describe la conciencia de la ciudadanía, pues se demostró que ni el exceso de publicidad pagada ni el acarreo de personas o la compra de votos, a pesar de la precariedad económica, pudieron imponerse a la voluntad de la población.

La sorpresa es que la candidatura de Jimmy Morales haya llegado en cuatro meses a primer lugar en el electorado, con una diferencia de cuatro puntos porcentuales sobre los dos partidos que le siguen, a pesar de no tener infraestructura partidaria, equipo de trabajo ni plan de gobierno. Esto consideramos que se debe a dos factores: a. el hecho de que él sea una figura conocida por haber sido comediante de televisión con un programa de transmisión regular que lo convirtió en una figura conocida pero que, por supuesto, no lo califica como estadista ni para ejercer la presidencia de un país, y por consiguiente es un político vulnerable; y b. la forma como los medios de comunicación elevaron su imagen y la cantidad de dinero que logró reunir de fuentes desconocidas para poder desarrollar su campaña y presencia en todo el país. Se rumora en círculos de prensa que el señor Morales cuenta con apoyo de un sector militar y un sector empresarial.

Hoy nos encontramos ante el hecho de que Sandra Torres se convierte en la otra opción electoral de la segunda vuelta, también contando con el apoyo de algunos empresarios representados por su candidato vicepresidencial, Mario Leal. No es ninguna sorpresa que contara con el apoyo de las muchas mujeres que se empadronaron en el ejercicio de los programas sociales que ella coordinó en su calidad de primera dama y de las y los jóvenes que participaron en el programa más exitoso de prevención de violencia, Escuelas Abiertas, durante el gobierno de Colom.

Lo importante hoy es que Guatemala sí cuenta con una clara opción electoral para votar entre un candidato que representa a la derecha y extrema derecha y una candidata que representa a sectores del centro y centro izquierda con un perspectiva de programas sociales como los que ya desarrolló.

El espíritu de las manifestaciones que exigieron capacidad y transparencia deberá ser la inspiración del voto y debemos continuar permanentemente vigilantes sobre cualquier gobierno que salga electo.

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